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Entro al local, y se acercó a la mesa que compartía con Guillermo. Sin decir nada siguió cenando en un inmenso silencio que decidió romper cuando ya estaban casi por acabar.
-En serio debemos terminar- dijo Samuel seco sin despegar la mirada de su plato.
-Fue un error mío, prometo que no volverá a pasar- dijo Willy con una voz suplicante, Samuel levantó el rostro para encontrarse con el de Willy con algunas lágrimas asomándose por su mejilla.

Samuel:
No soportaba ver el rostro de Willy con lágrimas en el, pero me prometí a mi mismo que iba a terminar con él pase lo que pase. Pero es que su rostro... En lo único en lo que pensaba era en atrapar sus mejillas entre mis manos, secar sus lagrimas, besarlo y perdonarlo, decirle que todo acabaría bien y que los dos seríamos felices. Pero a fin de cuentas no podía permitirme hacer eso.

-Lo siento Guillermo, pero es lo mejor- ¿Porque siento húmedas mis mejillas? Imposible.
-Por favor, dame una oportunidad, por favor Vege- me miraba con esos ojos suplicantes, como decirle que no.
-Tuviste tu oportunidad, y la desperdiciaste- así...
-¿Acaso no eres feliz conmigo?- me dijo, no sé si retóricamente o que.
-Lo soy, pero-.
-No hay peros, ahí tienes tu respuesta- ¿Porqué lo estoy considerando? No debo hacerlo.
-Pero para que busques a alguien más para besar significaría que tú no. La cuenta por favor-dije volviendo a mirarlo a sus cristalinos ojos verdes.
-Vege... Por favor- No quiero hacerle caso.
-Ni un mes duramos y me engañaste, ¿Acaso eso no es suficiente?¿No crees que ya sufrí bastante?- no pude evitar soltar lágrimas diciendo eso.
-Juro que solo fue una vez, me deje llevar un poco- se excuso pretendiendo que no importaba.
-Pretextos - susurré, pero aún así me oyó.
-¿Deberas te pondrás así solo por un beso?- no, se que me está rebajando.
-No hagas cómo que es mi culpa- derrepente alguien interrumpió.
-Señor, aquí tiene la cuenta- pagaría rápido para irme en cuanto antes de este lugar.
-Gracias -le dije tratando de fingir una sonrisa agradable, pero con las lágrimas secas impregnadas en mis mejillas fue difícil.
Pagué e inmediatamente me pare dirigiéndome a la puerta que daba a la calle.
-Gracias por sus servicios-.
-A usted-.
Guillermo iba tras mi a la misma velocidad en la que yo andaba.
-Vege por favor, no lo dejemos así, conversemos- insistío creyendo que le haría caso.
-No hay nada de que hablar, me fuiste infiel y terminamos, no hay nada de que hablar-.
-Vege, por favor-.
-Adios Willy-. 

Fui corriendo a mi hogar, lugar donde se que por fin me tranquilizaría y relajaría.

Sabia que si volvía a el, si quiera abrazarlo volvería a caer con aquella piedra con la que tropeze  anteriormente.

Necesitaba estar solo un rato, no quería volverme una de esas personas que dependen de una pareja para tener un motivo para levantarse de la cama cada día, yo saldría adelante, no dejaría que nadie me viera llorar y si necesitara llorar en algún momento lo haría solo o con un psicólogo.

Ya en mi isla, fui al mini gimnasio que construí hacia ya un tiempo. Para desestresarme que mejor que hacer ejercicios con audífonos puestos e ignorar por completo al mundo exterior.

Ahí me veías trotando en la caminadora con mis audífonos a un volumen arriba del moderado, con lagrimas corriendo por mis mejillas, pero ya más tranquilo; no hacia falta recordar lo sucedido el simple hecho de cantar a todo volumen las canciones y disfrutarlas así ya me daba una satisfacción irreemplazable. 


♪ De repente me despierto y te has ido
Siento el vacío de ti
Me desespera
Como si el amor doliera
Y aunque no quiera
Sin quererlo pienso en ti ♪


No fue la primera, ni la ultima vez en la que me romperían el corazón. 



No Todos Son Héroes [rubegetta] Cancelada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora