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Ben frunció el ceño cuando escuchó varios golpes en su puerta, el asiático sin perder tiempo se levantó del sofá dejando su libro en la mesa y se dirigió hacia la puerta.
— ¿Klaus? — miró a su hermano que al parecer estaba hablando con la pared debido a lo drogado que estaba, finalmente su mirada fue hacia el acompañante del rizado — _______— Ben te saludó con una sonrisa y sintió sus nervios crecer al notar tu presencia.
No es que se sintiera incómodo contigo, sino que Ben se había enamorado de ti desde el primer día en que habías aparecido a media noche en su departamento con Klaus entre tus brazos, el enamoramiento que Ben sentía era la razón por la cual te evitaba, el asiático sabía que Klaus te había contado todo sobre él y temía que no te agradara lo que habías escuchado sobre él.
— hola, Ben — lo saludaste sin soltar a Klaus — Klaus insistió en que lo trajera aquí, espero no te moleste — explicaste tímidamente, la belleza del chico te distraía. Ben no tardó en ayudarte a cargar a Klaus y dejarlo recostado en el sofá donde anteriormente había estado.
Ambos estaban parados en la sala mirando como Klaus se acurrucaba en el sofá y cerraba sus ojos cayendo al instante dormido. Ambos sonrieron sincronizados al ver la escena.
— ¿Quieres cafe? — te preguntó girando sobre sus talones para mirarte con su típica sonrisa que a cualquier mortal haría suspirar.
— no, creo que debería regresar a mi departamento — respondiste mirándolo a sus lindos ojos rasgados, el asiático asintió y como todo un cabellero se ofreció a llevarte a tu departamento argumentando que no dormiría tranquilo sabiendo que te había dejado irte a casa sola a altas horas de la noche.
Ben y tú subieron al auto y durante todo el viaje ninguno dijo nada, lo único que relajaba el ambiente era la música que sonaba en la radio, después de casi media hora finalmente llegaron a tu departamento, el asiático aparcó el auto justo enfrente del edifico donde residías.
Desabrochaste el cinturón y luego miraste a Ben — gracias por traerme, Ben — murmuraste, el asiático dejo de ver hacia afuera y te miró mientras sonreía
— no tienes que agradecer, _______, haría cualquier cosa por ti... — Ben se calló abruptamente cuando razonó lo que había dicho, abriste los ojos sorprendida ante su declaración mientras el rostro de Ben se ruborizaba. Cuando Ben estaba listo para intentar excusar lo que había dicho, fue callado por ti, tus labios sobre los de él lo hicieron jadear, Ben te siguió el beso gustoso y tú te levantaste del asiento para sentarte sobre las piernas de Ben, el asiático te tomó de la cintura hundiendo sus dedos en tu cálida piel mientras tú jugabas con su cabello, el beso finalmente terminó cuando ambos se separaron agitados para recuperar oxígeno.
Ben abrió sus ojos y sonrió feliz sin dejar de acariciarte — ¿qué significa ese beso? — preguntó en un susurro el asiático, colocaste tus manos sobre sus hombros y te inclinaste hacia él
— significa que te quiero, Ben— murmuraste antes de volver a sentir los labios de Ben.
