Cap.10

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Con cierta dificultad abría sus ojos, se sentía cansado, por un instante perdió toda noción de lo que había sucedido, por lo menos hasta que se percató de que su cabeza estaba apoyada en alguien, y que ese alguien lo tenía fuertemente sujeto en un posesivo abrazo.

Vislumbró esos hilos dorados, se mordió el labio inferior... ya recordaba, podía sentir a la perfección el cuerpo del mayor, ya que el suyo mismo también estaba desprovisto de cualquier prenda, un sonrojo adornó sus mejillas, y tuvo que usar todo su autocontrol para no saltar de la cama. Ni siquiera tenía el valor de cerciorarse de si Yoongi estaba despierto o si aún dormía, más nuevamente el cansancio lo fue ganando, y es que en esos brazos, no podía negar que se sentía muy reconfortado.
 
Lentamente fue despertando, sintió algo de frío, se encontró solo en esa gran cama, aunque ya no estaba desnudo, traía, sin temor a equivocarse, la camisa que Yoongi usara en la boda, se sentó en el lecho y observó la habitación con detenimiento..

De pronto un incómodo vacío en su interior le estaba provocando indescriptibles deseos de llorar, miró la cama como buscando algo que ya no estaba, y su mente le llevaba a recordar con detalle, lo que había ocurrido hacía apenas unas horas en ese mismo lugar.
 
Jimin se cobijo mejor con la manta, deseaba bañarse, se sentía como usado... "¿A Jimmy... lo hubieras dejado solo?"... el sonido de la puerta abrirse llamó su atención, observó en aquella dirección y vio a su ahora esposo ingresar por ella con una bandeja de alimentos. El rubio se le quedó viendo estáticamente, ninguno siquiera parpadeó en ese instante, el primero en salir de ese estado fue el menor, que no pudo seguir con el enfrentamiento de miradas, por lo que fijo su atención en la bandeja de comida que traía el rubio, entonces también Yoongi pareció despertar, sonrió al notar un tenue sonrojo en aquellas mejillas.
 
-¡Debes tener hambre... te traje esto!-
 
Yoongi se acomodó alado del menor y colocó la bandeja justo en frente del pequeño, al principio Jimin no hizo ningún movimiento, sólo miraba todo aquello que su ahora esposo le traía para desayunar. La verdad es que tenía bastante hambre, sólo al ver esas delicias pudo percatarse de ello, sentía la penetrante mirada del mayor, notaba que este esperaba a ver cual sería su reacción.

Miró con detenimiento el jugo de naranja, el pan blanco, el queso, la mermelada; optó entonces por empezar con el jugo, aún no se atrevía a mirar a su esposo, quien para su sorpresa rodeó su cintura con un brazo y lo atrajo hacía su pecho para que pudiera recostarse por él.
 
-¿Te sientes bien? - susurró al oído.
 
Jimin dejo de beber su jugo, no dijo nada, aunque asintió con la cabeza, luego tomó dos panes colocó un poco de queso entre ellos, lo untó de mermelada y lo comió lentamente, después de haberle dado un mordisco se detuvo, sin voltear totalmente el rostro hacia el mayor le ofreció si quería comer un poco, no dijo nada, simplemente le mostro el sándwich. El rubio sonrió abrió la boca, y acepto compartir el desayuno que Jimin.
 
-No quise decir eso... lo siento - susurró el más joven volviendo a beber el jugo.
 
-Descuida... yo... - a Yoongi le sorprendieron las palabras del pequeño, sabía a qué se refería... lo peor era que esas palabras le hicieron sentir algo avergonzado por lo ocurrido, y más aún por que él no lo lamentaba en lo más mínimo.

- ¡Yo la verdad no pienso disculparme... estaba en mi derecho!-
 
El joven se sonrojó ante el comentario, la verdad no esperaba una disculpa de lo ocurrido, pero tampoco espera que le dijera eso, no sabía bien como debería reaccionar, suspiró y alejó la bandeja de si, luego volteó a ver al mayor al rostro.
 
-Lamento haber tomado el lugar de mi hermano en aquellas ocasiones, créame por favor cuando le digo, que mi intensión no era de burla...- Jimin habló con tal seriedad que Yoongi no pudo hacer más que impresionarse, aquella mirada era altiva y seria.

Mi ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora