❝dulce primavera❞𝓛a primavera es una luz anaranjada encendiendo una ruta transitada, un camino de polvo ocultando un invernadero, un pelaje cálido absorbiendo el viento desde una ventana. Quizá la calidez desprendida de una ciudad con aspecto de acuarela, llena de árboles, flores..., personas. Para todos, ese punto medio entre las bajas temperaturas y los calores insoportables era la parte favorita del año. A Thyra le agradaba esa idea de no morirse de calor o frío. Disfrutaba dar paseos cortos, sentir el viento, merendar o desayunar afuera.
Si mira hacia adelante, por el parque los niños más pequeños se balancean en columpios, o se deslizan por toboganes aún húmedos por la llovizna del día anterior. Si mira hacia su lado, específicamente el izquierdo, el trozo de calle cuyas orillas fueron ocupadas por coches aparcados no obstaculiza la visión del otro lado de las veredas, donde los dueños pasean sus mascotas o hacen ejercicio. Si mira del costado restante, lo ve a él agarrando su mano,
—Qué bonito —dice Thyra, hundida en sus pensamientos, aunque de vez en cuando asoma la cabeza hacia la realidad para observar el parque en el que quedaron para su cita.
—Lo es —responde con un ligero tono de duda. Luego hace un silencio pequeño. Por la manera en la que mueve su cabeza y sus ojos van desde sus manos unidas hacia el frente, donde solo hay un sendero angosto, diría que está repasando una y otra vez lo que está por decir. Tarda alrededor de quince segundos en silencio, hasta que lo suelta—: Es casi tan hermoso como tú.
Thyra abre los labios, pero no se escapa ningún sonido de ellos. Trata de sonreír, obligándose a formar una expresión que no roce la sorpresa, pero ¿cómo podía fingir su impresión por escucharlo musitar un cumplido tan dulce? Entonces el calor sube por su rostro, lo vuelve un atardecer. Thyra aprieta más los dedos al contorno de los suyos, queriendo volver a caminar, pero es él quien toma el mando.
—¿Quieres que volvamos a casa? —pregunta con lentitud—. Si tienes sueño, podemos ir a mi habitación para dormir un rato antes de la cena.
—No tengo sueño —contesta sintiendo la boca muy seca—. Me relaja estar en silencio.
Todoroki frunce el ceño.
—¿Estás segura?
Thyra ríe antes de responderle. Su corazón sufre latidos irregulares y quiere extinguir esa sensación de burbujas a la que no está muy acostumbrada, indiferentemente de que en el fondo disfrute ese cosquilleo intenso.
—Lo estoy.
Todoroki se detiene con la mirada perdida en sus propios zapatos. Dentro de su boca las palabras se agitan, se retuercen y golpean el interior de sus mejillas queriendo hacer un hueco profundo para llegar al exterior. Son quemaduras de segundo grado, no visibles al ojo humano, pero el calor es similar al de una estrella azul.
—¿Todoroki? ¿Qué ocurre?
—Quiero hacer algo.
—¿Hacer qué?
—Ven.
Busca algo con la mirada, y ese algo parece ni siquiera estar en el mismo plano que ellos. Sus manos acarician su espalda y, mirando a ambos lados del camino, la besa rápidamente al percatarse de que nadie los ve. Las ansias eran un veneno en la punta de su lengua, un calor asfixiante, un hambre insaciable de la que perdía el control.
—Si querías besarme aquí solo tenías que decirlo —dice aún sobre sus labios.
—Quería ser un poco más misterioso —confiesa, mostrando una sonrisa muy pequeña. Una punta de su labio tembló por la emoción al terminar la oración. Jamás creyó encontrar a alguien que lo hiciese dudar de si estaba viviendo un gran sueño.
𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑𝐀
Este capítulo era un mejunje de palabras que ya ni tenían sentido. Quité mucho. Espero que con esta reedición, esta historia cortita finalmente pueda ser algo disfrutable para todos. <3
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𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 𝐒𝐇𝐀𝐏𝐄𝐃 𝐁𝐄𝐃 | 𝘁𝗼𝗱𝗼𝗿𝗼𝗸𝗶 𝘀𝗵𝗼𝘁𝗼
Fanfiction𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 𝐒𝐇𝐀𝐏𝐄𝐃 𝐁𝐄𝐃 | Solo abrázame a través de estas noches solitarias. • Algunos personajes que se mencionan en la historia le pertenecen a Kohei Horikoshi. • Queda completamente prohibida su copia y/o adaptación.