❝solos; juntos❞𝓣hyra cruzó por la puerta de hombros caídos, fijándose en los pequeños rasguños cerca del marco de madera en el que habían escrito la altura de una persona en centímetros. Luego vio que estaban en el salón que desprendía un dulce olor a madera. Pero en ese momento no supo si la sensación de calma tan intensa se debía a ello, o al largo viaje que hizo para ir de visita a la casa. El gran nudo de nervios que llevaba en el estómago seguía ahí, aunque de alguna manera fue opacado por una emoción extraña.
Todoroki agarró su mano con poca fuerza. Vio que Thyra aguantaba la respiración mientras observaba su casa, y creyó que en cualquier momento iba a desmayarse. Se preocupó.
—¿Estás bien? —preguntó en voz baja, analizando cada expresión.
—Sí, creo que el aire acondicionado del supermercado me descompuso. ¿Será necesario bajar tanto la temperatura? Mi nariz se tapó... —mintió, esperando que su comentario se olvidara con los minutos, pero Todoroki se preocupaba demasiado cuando de alguna enfermedad o resfrío se trataba. «Tendría que haber pensado en una excusa mejor», pensó.
—¿Quieres tomar algo antes de ir a la habitación? Algo así como una taza de té, café o lo que se te antoje.
Thyra sonrió con timidez.
—Solo si tú quieres.
—Prepararé dos cafés —dijo, acariciando sus nudillos con la punta de los dedos. Algo en su piel hervía con fervor.
Pronto le dio la espalda para sacar todo lo que iba a necesitar. Dos tazas blancas, vacías, quedaron sobre pequeños platos en el borde de la mesada. Luego de mojar con agua las cucharadas de café, las removió hasta que se hizo una pasta lista para disolverse en el agua caliente. El aroma que desprendió el preparado provocó que su sonrisa se ensanchara.
Respiró cerca del vapor caliente bajo su mirada. Todoroki disfrutaba verla con los ojos cerrados, pero resultaba mucho más emocionante conectar sus ojos con los de ella. Entonces, una vez se creó el contacto, señaló con lentitud el pasillo a su derecha.
Llegaron a la habitación. Thyra creía que era la única que se sentía con tantos nervios, pues de vez en cuando sus manos sufrían algún que otro temblor y la saliva se atascaba en el centro de su garganta. En base a ello se sintió un poco tonta. Solo eran ellos dos, igual que siempre, solo que más alejados de la gente. Todoroki dejó las tazas en el escritorio con cuidado, y giró a verla, imaginándose que compartían el mismo pensamiento.
—No eres la única que está nerviosa —le dijo.
—¿Tanto se me nota?
Todoroki bajó la mirada al suelo, y luego la subió.
—Tu rostro está rojo.
—Lo lamento, no sé por qué me siento así...
—No tienes que disculparte por esas cosas. Es la primera vez que estamos así de... solos.
Quizá hubo un poco de magia oculta en esas palabras, o un algo que no podía descifrar; lo que fuese, provocó que su cuerpo dejara caer el peso que llevaba sobre los hombros, y le permitió dejar el paso libre a una sensación mucho menos molesta: la calma. Ella no supo en qué momento Todoroki acortó la distancia y la abrazó con fuerza, como si hubiese estado buscando asfixiar cualquier sentimiento malo que quedara. Aquel extraño temblor de manos se distribuyó en cada extremidad, mientras el roce de sus labios incendió su piel por fuera y por dentro al mismo tiempo.
—No haré nada que te haga sentir incómoda. No debes preocuparte por eso.
En ese momento la besó, olvidando todo. No importaba en dónde estuviesen, pues mientras se mantuvieran juntos, todo lo demás dejaría de tener importancia. Todoroki dejó caer los párpados mientras bajaba mucho más el mentón. Sentía que toda la vida que llevaba dentro huía a sus labios a medida que el beso, con cada segundo que pasaba, se hacía más profundo.
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𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 𝐒𝐇𝐀𝐏𝐄𝐃 𝐁𝐄𝐃 | 𝘁𝗼𝗱𝗼𝗿𝗼𝗸𝗶 𝘀𝗵𝗼𝘁𝗼
Fanfiction𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 𝐒𝐇𝐀𝐏𝐄𝐃 𝐁𝐄𝐃 | Solo abrázame a través de estas noches solitarias. • Algunos personajes que se mencionan en la historia le pertenecen a Kohei Horikoshi. • Queda completamente prohibida su copia y/o adaptación.