Kira nunca fue una persona que pudiera mantener sus sentimientos controlados. Eligió las peores maneras para mantener su paz mental, si es que eso era lo que estaba haciendo.
ᵖʳᵒʰⁱᵇⁱᵈᵃ ˡᵃ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ ᵒ ᶜᵒᵖⁱᵃ ᵖᵃʳᶜⁱᵃˡ ʸ ᵗᵒᵗᵃˡ ᵈᵉ ᵉˢᵗᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ
ʟᴏs ᴘᴇʀs...
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Kira's PoV
Las calles alborotadas del centro hacían que Mirio y yo choquemos con el otro más veces de las que me hubiera gustado. Las miradas incomodas durante el viaje en tren no habían faltado. Si bien el rubio había estado con su característico buen humor al principio, al ver mi falta de comunicación y mis pocas ganas de estar con él, se quedó callado la otra parte del trayecto.
Pero con toda amabilidad me guió de buena manera hacia donde se encontraba la agencia de Sir Nighteye, esperándome si se me presentaba algún obstáculo para avanzar o tomando mi mano por unos segundos para que no me perdiera si el lugar para pasar se hacia muy estrecho. No es como si nunca hubiera visitado su agencia, pero mi pésimo sentido de la orientación me hacían perderme aún si hubiera vivido en aquella ciudad toda mi vida.
No me caía mal Mirio pero el saber que todos los veían como la mejor persona del mundo, un ser perfecto, y luego no haya defendido a alguien por una situación en la que el también estuvo involucrado me enojaba un poco. Si hubiera sido como Tamaki, lo más probable es que le dijera que él no tenía la culpa de nada, porque la única responsable de mis acciones era yo, a parte de que se tomó el tiempo de venir hacia mí y supo que tal vez estaba mal por todos los rumores. Pero ni siquiera apareció hasta hoy, era como si desde ese día en el que todo pasó se hubiera esfumado de la faz de la tierra.
Y me enojaba el hecho de que no haya sido ni capaz de hablarme. O decirle a sus compañeras que dejen de hablar de tal manera de mí.
No es que me importaran los rumores, después de todo estaba acostumbrada a hacer lo que quisiera, la gente te va a criticar hagas lo que hagas. Siempre encuentran algún "defecto". Pero el escuchar todo el tiempo a la gente a tu alrededor diciendo lo zorra, "fuera del molde" y asquerosa que eres no es especialmente lindo. Perdí la cuenta de todas las veces en los que chicos se me acercaron para coquetearme mientras me miraban de la manera más morbosa posible, o las veces que tuve que sentarme en otra mesa porque las miradas me producían incomodidad y no podía darle bocado a la comida.
Porque Mirio era tan buena persona que ayudaba a los que lo necesitaran y él no me ayudó a mí.
Me preguntaba que pensaba él de todo esto y cómo sería nuestra convivencia en esta semana.
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