Kira nunca fue una persona que pudiera mantener sus sentimientos controlados. Eligió las peores maneras para mantener su paz mental, si es que eso era lo que estaba haciendo.
ᵖʳᵒʰⁱᵇⁱᵈᵃ ˡᵃ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ ᵒ ᶜᵒᵖⁱᵃ ᵖᵃʳᶜⁱᵃˡ ʸ ᵗᵒᵗᵃˡ ᵈᵉ ᵉˢᵗᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ
ʟᴏs ᴘᴇʀs...
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Kira's PoV
Las pocas personas que estaban en el aula se me quedaron mirando.
—¿Qué me ven? Inútiles, ¿no tienen nada mejor que hacer? —Estaba cansada de que todos juzgaran y ni siquiera sean capaces de decir algo de frente.
Uraraka habló primero —Seguro ya sabes de los rumores que corren sobre ti. ¿Necesitas llamar tanto la atención que tienes que estar rodeada de chicos? Ni eso, cualquier ser humano te basta.
—¿Te ganó la envidia, nena? —Me puse seria— ¿Quién te crees que eres para meterte en mi vida y lo que hago con ella?
—Chicas, esperen —Nos paró Iida, antes de que empezemos a discutir más—. Kira, creo que Uraraka trata de decir que con tus acciones estás dando ideas erróneas a los demás. Somos de la U.A., y tenemos que dar el ejemplo.
—¿Y a mí qué? No estoy haciendo nada malo. A parte no me importa si alguien toma una idea errónea de mí o no. Yo hago lo que quiero, y si no te gusta, lástima para ti. No tengo porque limitarme solo porque a ustedes les parece.
—Kira, tranquilízate —habló Momo—. Nadie te está juzgando, solo...
Le interrumpí— ¿Que nadie me está juzgando? Pues parece otra cosa.
La de hebras negras siguió diciendo— Escúchame. Te lo digo como mujer. No puedes andar con cualquiera, y menos con muchos a la vez o ir por ahí repartiendo besos. Nos tenemos que hacer respetar.
—La cantidad de chicos con los que estuve no define lo que valgo, ni el respeto que merezco. Y como dije anteriormente, no se fijen en mi vida, hagan la suya y métanse sus opiniones por donde más les quepa. No les incumbe.
Enojada, fui otra vez hacia mi banco para sentarme, poniendo los pies sobre la mesa y revisando algunas redes sociales. De reojo pude ver a Denki acercándose a mí. Agarró la silla del escritorio de al lado y se sentó frente a mi mesa.
—Está bien Kira. Me parece perfecto que vivas tu vida como quieras. No le veo nada de malo el besarse con muchos chicos, somos adolescentes después de todo —Lo miré un poco soprendida. No por lo que dijo, porque era verdad, sino porque era Denki, y él no era muy inteligente que digamos. Esbocé una sonrisa, agradecida—. ¿Sabes?, estaba pensando en que podíamos salir algún dia... —Mi sonrisa se esfumó
—¿¡Qué mierda te pasa imbécil!? —Denki se sobresaltó por mi grito.
Y en ese momento apareció Aizawa-sensei en la puerta.
