Kira nunca fue una persona que pudiera mantener sus sentimientos controlados. Eligió las peores maneras para mantener su paz mental, si es que eso era lo que estaba haciendo.
ᵖʳᵒʰⁱᵇⁱᵈᵃ ˡᵃ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ ᵒ ᶜᵒᵖⁱᵃ ᵖᵃʳᶜⁱᵃˡ ʸ ᵗᵒᵗᵃˡ ᵈᵉ ᵉˢᵗᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ
ʟᴏs ᴘᴇʀs...
Capítulo 23: Sentimientos y malas formas de deshacerse de ellos.
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Kira's PoV
—No tiene caso quejarse.
El suelo retumbó bajó nuestros pies y bestias de seis metros empezaron a salir del suelo. Recaudé toda la información que pude en un mínimo de tiempo.
Debía ser el quirk de una de las Pussycats, control de tierra o algo por estilo, por lo tanto, nada con un cerebro para controlar.
—¡Cálmate animal! —saltó Koda, pero como era de esperar, no le hizo caso. No recibían ninguna orden más que la de su creadora.
Las bestias empezaron a salir no eran solo terrestres, si agudizabas la vista, podías ver a una que volaba.
Me dirigí hacia la derecha, lado contrario de donde se acumulaban todos a luchar y donde los enemigos automáticamente iban.
Con resentimiento admito que no puedo hacer mucho, no tienen cerebro y tampoco puedo usar los de mis compañeros siendo que no era una batalla entre nosotros, alguien podría salir herido por esto. Así que simplemente corrí tratando de ocultarme de las pocas bestias que salían por mi lado, sin hacer ruido y aguantando el equilibrio para no caer cuando estrellaban sus puños sobre la tierra.
Trepé un árbol con muchas ramas que me facilitó la acción y me escondí entre las hojas cuando un gigante se perdió del sonido que hacía mi clase y quedó rondando sobre mi campo de visión y camino.
Suspiré casada, iba a tardar más de lo que esperaba. Solo rezaba para no tener una infección vaginal producto del tampón.
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Campamento de entrenamiento. Primer día - 5:20 p.m.
—¡Por fin llegaron!
Una vez llegué al punto de encuentro caí rendida. Llevaba hojas, ramas (y no me sorprendería si también moscas) adornando mi cabello, no de una buena manera, rodillas raspadas y pequeñas heridas en mis brazos por la corteza de los árboles.
