66

238 15 2
                                    

La comprobación de las varitas mágicas

Cuando las clases iniciaron, la mala suerte de los Potter empezaba, si, de ambos. Ron estaba enfadado con los hermanos Potter. Los Hufflepuff estaban contentos, dos campeones de Hufflepuff, aunque algunos estaban confundidos por la entrada de la chica al torneo. Los de Slytherin no perdian la oportunidad para burlarse de los Potter: Draco veía la situación muy perfecta para molestar a Harry con la muerte de su hermana por estar en el torneo, y ciertamente, muchos lo seguían solamente por joder a la casa Gryffindor. Los Ravenclaw apesar de no hacer alguna burla, estaban algo molestos, dos campeones de Hogwarts sonaba maravilloso, pero les hubiera gustado tener un campeón de Ravenclaw.

Por el lado de Tn, estaba preocupada y confundida. Su entrada al torneo fue una total sorpresa y la llena de preocupación: Competir contra tres magos mayores y con más experiencia no va a ser del todo agradable. Aunque, Cedric se ha esforzado para apoyarla. Desde aquella noche cuando los eligieron como campeones, Diggory se hizo cargo de hacerse más unidos, le parecía genial que las chicas le pidieran autógrafos, pero se comportaba sobreprotector cuando los chicos se le acercaban a Tn, apesar de todo, ambos campeones de Hufflepuff trataban de apoyarse y pasarla bien juntos.

Apoya a CEDRIC DIGGORY:
¡el AUTÉNTICO campeón de Hogwarts!

¿Te gustan, Potter? —preguntó Malfoy cuando Tn iba por el pasillo—. Y eso no es todo, ¡mira!

Apretó la insignia contra el pecho, y el mensaje desapareció para ser reemplazado por otro que emitía un resplandor verde:

POTTER APESTA

Los de Slytherin berrearon de risa. Todos apretaron su insignia hasta que el mensaje POTTER APESTA brilló intensamente por todos lados.

¡Ah, muy divertido! —le dijo Hermione llegando junto a Harry, a Pansy Parkinson y su grupo de chicas de Slytherin, que se reían más fuerte que nadie—. Derrochan ingenio.

¿Quieres una, Granger? —le dijo Malfoy, ofreciéndosela—. Tengo montones. Pero con la condición de que no me toques la mano. Me la acabo de lavar y no quiero que una sangre sucia me la manche.

Ambos chicos sacaron las varitas. Todos los que estaban alrededor se apartaron y retrocedieron hacia el corredor.

¡Harry! —le advirtió Hermione.

Vamos, Potter —lo desafió Malfoy con tranquilidad—. Ahora no tienes a Moody para que te proteja. A ver si tienes lo que hay que tener...

Harry basta— Dijo Tn a Harry tratando de bajarle el brazo con la varita, pero éste la apartó.

Se miraron a los ojos durante una fracción de segundo, y luego, exactamente al mismo tiempo, ambos atacaron:

¡Furnunculus! —gritó Harry.

¡Densaugeo! —gritó Malfoy.

De las varitas salieron unos chorros de luz, que chocaron en el aire y rebotaron en ángulo. El conjuro de Harry le dio a Goyle en la cara, y el de Malfoy a Hermione. Goyle chilló y se llevó las manos a la nariz, donde le brotaban en aquel momento unos forúnculos grandes y feos. Hermione se tapaba la boca con gemidos de pavor.

¡Hermione! —Ron se acercó a ella apresuradamente, para ver qué le pasaba.

Los dos incisivos superiores de Hermione, que ya de por si eran más grandes de lo normal, crecían a una velocidad alarmante. Se parecía más y más a un castor conforme los dientes alargados pasaban el labio inferior hacia la  barbilla. Los notó allí, horrorizada, y lanzó un grito de terror.

Distintas casas (Año 1-4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora