Distintas casas (Año 1-4)

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El perro, el gato y la rata.

Narra Tn:

Me desperté, ¿Dónde estoy?
Estaba en una habitación, muy desordenada y llena de polvo. El papel se despegaba de las paredes. El suelo estaba lleno de manchas. Todos los muebles estaban rotos, como si alguien los hubiera destrozado. Las ventanas estaban todas cegadas con maderas.

Estaba en el suelo, ¿Cómo llegué aquí? ¿Qué hago aquí? ¿Dónde estoy? Me levanté del suelo

Ron, ¿Estás bien?— Pregunté al verlo en el suelo— ¿Qué hace el gato de Hermione aquí?

No, no estoy bien— Dijo Ron con dolor en la voz

¿Qué pasó?— Dije al ver su pierna.

¿No recuerdas? Debemos salir de aquí— Sus gestos eran de dolor, iba a contestar pero un ruido me asustó.

¡Ron!, ¿te encuentras bien? ¿Cómo están?— Preguntó Hermione entrando a la habitación.

¿Dónde está el perro?— Preguntó Harry.

No hay perro —gimió Ron. El dolor le hacía apretar los dientes—. Harry, esto es una trampa... Debes sacar a Tn de aquí.

—¿Qué...?

—Él es el perro. Es un animago...

Ron miraba hacia Harry. Harry se dio la vuelta. Un hombre oculto en las sombras cerró. Era Sirius Black.

—¡Expeliarmo! —exclamó, dirigiendo hacia ellos la varita de Ron.

Las varitas que empuñaban Harry y Hermione saltaron de sus manos, y Black las recogió. Dio un paso hacia nosotros.

Pensé que vendrías a ayudar a tu amigo, y tu hermana no debió haber venido antes que tú—dijo con voz ronca—. Tu padre habría hecho lo mismo por mí. Han sido muy valientes por no salir corriendo en busca de un profesor. Muchas gracias. Esto lo hará todo mucho más fácil...

¡No, Harry! —exclamó Hermione, petrificada.

Ron, sin embargo, se dirigió a Black:

Si quiere matar a Harry, tendrá que matarnos también a nosotros —dijo con fiereza, aunque el esfuerzo que había hecho para levantarse lo había dejado aún más pálido, y oscilaba al hablar, lo ayudé a mantanerse de pie.

Échate —le dijo Black a Ron en voz baja— o será peor para tu pierna.

¿Me ha oído? —dijo Ron débilmente, apoyándose en mi para mantenerse en pie—. Tendrá que matarnos a los cuatro.

Sólo habrá un asesinato esta noche —respondió Black, acentuando la mueca.

¿Por qué? —pregunté.

No le importó la última vez, ¿a que no? No le importó matar a todos aquellos muggles al mismo tiempo que a Pettigrew... ¿Qué ocurre, se ha ablandado usted en Azkaban?— Preguntó Harry y lo miré confundida.

¡Harry! —sollozó Hermione—. ¡Cállate!

¡ÉL MATÓ A MIS PADRES! —gritó Harry.

¡TAMBIÉN FUERON LOS MÍOS, HARRY!— Grité desesperada.

Tras darle un puñetazo a Black de parte de Harry, los dos cayeron hacia atrás, contra la pared.

Hermione y Ron gritaron, yo estaba en shock. Vieron un resplandor cegador cuando las varitas que Black tenía en la mano lanzaron un chorro de chispas que por unos centímetros no dieron a Harry en la cara. Black aferró con su mano libre el cuello de Harry.