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XXII

La cosa había empezado a subir de tono en cuanto Louis se giró y miró directamente a los ojos de su alfa sabiendo lo que ambos querían.

Harry cogió a Louis y este enredó sus piernas alrededor de la cintura del alfa, recorrieron el apartamento de Harry a ciegas ya que en ningún momento se despegaron ni si quiera para subir las escaleras. Punto a favor que fuese la casa de Harry y se la conociese como la palma de su mano.

Cuando llegaron a la habitación Harry se separó poco a poco y hubo unos minutos donde simplemente se miraron, como el día que se conocieron, y conectaron como siempre hacían cada vez que se miraban.

-          Bebé estás seguro de es-

-          Si lo estoy alfa

Harry le miró con duda pero al ver la seguridad en los ojos de su omega decidió empezar.

-Cualquier cosa que te haga sentir incómodo dime si?

Un asentimiento de cabeza bastó para que acercase a los dos lentamente a la cama y dejase a Louis sobre ella como si fuese una figura de cristal que con el más mínimo roce se rompería.

Se puso entre las piernas de Louis y empezó a besarle muy lentamente, no tenía prisa alguna quería que su omega disfrutase. Empezó a quitarle la camiseta a Louis cosa que este freno de manera poco disimulada.

-          Lou?

-          Con la camiseta... por favor

Harry no dijo nada pero entendió perfectamente, lo último que quería es que su omega se sintiese incómodo así que continuó con lo que estaba haciendo.

Harry miró desde arriba a su omega y su lobo interior le pidió que lo hiciera; le pidió que lo anudase y que lo marcase, pero su lado racional le pidió que lo hiciese despacio para que ambos disfrutasen ese momento.

La cosa había subido de tono en seguida ya que entre ambos había demasiada tensión sexual y una semana lejos del otro no había ayudado para bien.

En este punto Louis ya tenía el cabello pegado en su frente, un sudor brillante apareciendo en su caliente cuerpo. Su estómago se hundía cada vez que buscaba el oxígeno que le estaba faltando a sus pulmones. Sus caderas,  clavículas, piernas y todo su cuerpo, en ese momento, se veía aún más deseable que antes. Y Harry solo quería recorrer, besar, lamer, morder, marcar todas esas curvas de muerte, quería entregarse al placer y tocar el fuego de lleno, meterse de cabeza en los brazos de la lujuria.

-          Alfa... - soltó un gemido ahogado.

Harry salió de sus pensamientos y se centró en su omega el cual tenía los ojos brillantes, pupilas dilatadas por el placer y mejillas rojas a más no poder. En este punto Harry comenzó a quitarle la camiseta a Louis y viendo que ahora no puso ninguna pega se la quitó por completo y la tiró a un lado de la cama, antes de que le mirase Louis cogió la cara del alfa con las dos manos y se miraron por unos segundos.

-          Ahora estoy bien – sonrió – estoy más que bien hazz.

Harry simplemente tragó saliva y le sonrió y cuando bajó su mirada, a pesar de la escasa luz que les envolvía, pudo distinguir las marcas del cuerpo de su pequeño omega. En ese instante quiso llorar de impotencia, quiso llorar por que se estaba imaginando a Louis recibiendo golpes y él no defendiéndose, pero en seguida apartó esos pensamientos y decidió que eso no iba a arruinar su fin de semana, decidió que ese fin de semana su omega se iba a sentir amado como nunca antes lo había sentido.

El alfa empezó a darle besos en todas y cada una de las marcas que su padre le había dejado, pero lo hizo con tanto amor y tanta delicadeza que Louis quiso echarse a llorar en ese mismo instante porque nunca se había sentido así. Cuando besó y acarició cada una de ellas miró a Louis  con algo que el omega no supo descifrar pero lo único que sentía él y su omega era "hogar".

Continuó dándole besos hasta que llegó a sus panties los cuales empezó a bajar, levantando con una de sus fuertes y grandes manos la cadera de Louis para bajarlo por completo. Cuando se lo quitó, lo dejó caer suavemente sobre la cama y siguió bajando la prenda hasta sus rodillas. Harry lo observó nuevamente desde arriba. El fuerte olor y la situación lo golpearon de lleno.

-          Louis – el alfa habló con voz ronca- estás entrando en celo.

-          Q-qué?

Louis abrió los ojos un poco, dirigió su mirada a los pantalones de Harry, justo en su entrepierna y soltó un gemido al ver el gran bulto. Se sentó en la cama y miró al alfa desde debajo, los ojos azules brillantes de deseo, y llevó su pequeña mano al prominente bulto. Harry jadeó y mordió su labio.

-          L-louis.

-          Tómame – le susurró- Anúdame Hazz.

Un fuerte olor a menta llenó la habitación, el omega y el alfa soltaban feromonas a más no poder.  Harry no pudo controlar más a su lobo interior, así que le dejó salir.

Pegó la espalda de Louis a la cama y se encajó entre sus piernas. El ojiazul enredó las suyas en la cadera del alfa, y el contacto entre sus miembros hizo que gimieran fuertemente al unísono. Louis comenzó a desprender olor a palomitas dulces. El omega comenzó a desabotonar el pantalón del alfa y cuando logró su cometido se los quitó de un tirón y los tiró al suelo.

Harry se separó para quitarse el resto de ropa que le quedaba y así ambos estuvieron en igualdad de condiciones, el omega moviéndose de arriba abajo con su espalda pegada en las mantas de la cama para tener más contacto con la intimidad de su novio.

Louis sintió su entrada más mojada aún.

-          N-no puedo más.

El alfa entendió eso, así que se separó de su omega y empezó a bajar por su cuerpo mirándole  fijamente haciendo todo más caliente. Cuando llegó al punto que quería subió las piernas de Louis a sus hombros y quedó maravillado por lo que veía, su entrada expulsando lubricante, transparente y brillante. El olor a palomitas dulces se hizo aún más fuerte en el ambiente, ocultando solo un poco el olor a menta del alfa. Harry acarició el anillo de músculos con la yema de sus dedos, haciendo que el omega lloriquee. Metió un dedo, solo hasta que quedó la mitad dentro y sintió el  fuerte gemido de  Louis.

-          Oh dios, oh- Harry!