EPÍLOGO

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Era una mañana de domingo demasiado tranquila para ser real o eso pensaba Harry que estaba en su cama con su lindo omega al lado viendo como dormía, porque amaba verle dormir. Y como iba diciendo era demasiado tranquila para ser real. Un par de pasos torpes resonaban por todo el pasillo hasta su cuarto y dos lindos cachorros de dos años y medio asomaron la cabeza por la puerta para ver si sus padres estaban durmiendo.

-          Cálla Abby, depieta baba – dijo la dulce voz de su niña

-          Pedón Dasi – respondió su hermanito susurrando

Harry se aguantó la risa como pudo porque sus cachorros no entendían el concepto de susurrar ya que andaban siempre gritando. Siempre se le hacía demasiado tierno escuchar a Abby llamar a Darcy, como no sabía pronunciar bien la llamaba Dasi y Louis y Harry morían de ternura ante eso.

Ambos entraron pensando que eran sigilosos, pero no no lo eran, y bueno Harry se hizo el dormido. Se subieron a la cama sin despertar a Louis, que eso era un milagro porque el omega tenía un sexto sentido cuando se trataba de sus cachorros, y se tiraron encima de sus padres.

-          Baba depietaaaa!!! – le gritó Darcy en el oído a Harry

-          Mami a-pa

Mientras que Abby era delicado y tímido, Darcy era un terremoto.

-          Buenos días cachorro – dijo Louis con la voz ronca

-          Buen día mami – le dio un beso en la mejilla

-          Buenos días monstruo

-          Baba malo – hizo un puchero

-          Alfa...

-          Está bien está bien – sonrió- Buenos días amor

-          Babaaa – dijo muy feliz la niña llenándole la cara de besos a su padre- Hoy tío Niall, Ayn, pimo Isak, tío Liam y Oliva con pimos Sum y Will y tíos Ed y Leis  a ñam ñaam

-          Sí bebé hoy vienen tus tíos y tus primos – se incorporó un poco- ¿Hoy no hay beso para mami? – dijo haciendo un puchero falso

Harry se adelantó a su hija dándole un beso a su omega.

-          Alfa bobo – sonrió al separarse

-          Baba bobo – le imitó Darcy y se lanzó a los brazos de su madre

-          ¿Y mi beso? – le dijo esta vez a Abby

-          Oy baba – se colgó de su cuello y le dio un gran beso en la mejilla

-          ¿Quién me quiere ayudar a preparar la comida para los tíos y los primos?

-          YO MAMI – dijeron ambos al unísono

-          Yo voy a preparar el desayuno mientras los vistes – le dijo Harry dándole un beso en la frente a cada uno

Mientras Harry se dedicaba a preparar el desayuno de la familia, Louis se las apañaba para vestir a sus cachorros, lo bueno de esos niños es que les encantaba imitar a su madre entonces a veces era tarea fácil vestirles, otros días era casi imposible.

Cuando estuvieron vestidos bajaron a desayunar y fue el típico desayuno que solían tener los fines de semana, con risas y tonterías, con juegos y con mucho amor. La mañana se pasó volando para todos, entre que cocinaban y jugaban, tardaron un poco más de lo habitual pero ya tenían todo preparado. De un momento a otro el timbré sonó y los dos bebés fueron corriendo a abrir a sus tíos y primos.

-          TÍO AYYYYYYN – gritó Darcy, decir que amaba a Zayn era decir poco, lo idolatraba

-          ¿Cómo está la princesa de la casa?

-          Bien tío Ayn

Isak entró corriendo a abrazar a Harry, no se molestó en saludar a nadie más, sólo quería ver a Harry y jugar con él.

-          Tío Harry!! – dijo muy emocionado saltando sobre sus brazos

-          Mi sobrino favorito

Vino la tanda  de abrazos y besos entre todos mientras que Abby seguía escondido detrás de la pierna de su madre. Louis se agachó a la altura de su bebé.

-          Abby amor, ¿por qué no vas a saludar?

-          M-mami – le levantó los brazos para que le aupase. Abby no tenía miedo de ellos ni tampoco se llevaba mal con sus primos y tíos solo que al principio le abrumaba que hubiesen tantas olores y tantas personas juntas.

-          ¿Todo bien? – preguntó el alfa preocupado

-          Sí – le sonrió y entendió lo que su omega le estaba diciendo

-          Lou – sonrió Niall

-          Rubia

-          ¿Qué le pasa?

-          Está abrumado de ver tanta gente ya sabes

-          ¿Qué tal todo?

-          Bueno con estos dos revoltosos genial, ya sabes cansado pero bien, y tú?

-          Zayn y Isak me odian, lo tengo cada día más claro – bufó

-          ¿Y ahora por qué? – intentó no reírse

-          Siempre van en mi contra, si yo digo algo tiene que ser lo contrario, además mírale – ambos miraron en la dirección donde estaban todos juntos- es un clon de Zayn! – dijo indignado

-          Niall tiene tus ojos y tu cara de bebé

-          Pero tiene su pelo y su forma de ser – bufó molesto

-          Tú estás celoso

-          No lo estoy – le miró con los ojos entre cerrados

Estuvieron un rato hablando de la vida mientras que Harry y Zayn se ocupaban de entretener a los niños. Al rato llegaron Liam y Olivia con Summer y William y a los pocos minutos Ed y Lewis.

Estuvieron un ratito más jugando con los niños hasta que Louis ordenó que se fuesen a lavar las manos y se sentasen en la mesa que iban a comer. Nadie entendía porque le hacían siempre caso a la primera y sin rechistar, envidia se llamaba lo que tenían.

Estaban todos sentados menos Harry que fue a coger el último plato que faltaba. Y en ese momento se paró un segundo en el marco de la puerta del patio observando la mesa, ahí estaba todo lo que él siempre había querido y deseado, unos amigos que adoraba con todo su ser, un amigo que era como un hermano y un omega que jamás había imaginado y vio a dos pequeños trastos reír y jugar con la comida, dos pequeños trastos que eran una creación de Louis y él. Un pequeño con un ojo azul y el otro verde y con el pelo y la carita de su dulce omega, y una pequeña que era la copia exacta de Harry pero en chica. No podía pedir más de lo que tenía.

Y fue ahí donde  se dio cuenta que ese, ese era el hogar que su omega tanto había anhelado y que él tanto había necesitado.

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