XXVII

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-          Si no entiendes por las buenas que no vas a salir con ese alfa enfermo lo haremos por las malas hijo – dijo con todo el desprecio que pudo.

Troy estaba fuera de sí mismo y Louis no se esperaba que fuese tan duro esta vez. Estaba tan concentrado en ver las gotas de sangre que resbalaban por su nariz y caían en el suelo haciendo un charco intentado diferenciar si eran lágrimas con sangre o sangre de cualquier parte de la cara ya que sabía que la nariz, el labio y la ceja lo tenía roto, no se dio cuenta de que manera su padre estaba dándole con el cinturón hasta que escuchó a su madre gritar desesperada pidiéndole que se detuviese porque lo iba a matar.

De repente Louis dejó de escuchar ese pitido y dejó de sentir los golpes por el cinturón de su padre para sentir como alguien le jalaba del brazo muy fuerte y le ponía contra el brazo del sofá dejando su culo en una posición donde no dejaba a la imaginación, no sabe ni cómo ni cuándo pero alguien le había bajado los pantalones y sus panties sin ninguna delicadeza alguna.

-          He tenido una idea mejor – empezó a pasearse alrededor del sofá como si la situación fuese divertida y al ver que Louis tenía la cabeza gacha le cogió de la mandíbula para que le mirase a los ojos y entonces Louis entendió lo que iba a pasar – Tanto que te gusta meterte pollas por el culo, porque seguramente vas de polla en polla por lo puta que eres, vamos a ver si esto lo disfrutas igual a ver si así puedo entender porque te gustan los hombres.

Cuando Troy le soltó la cara Louis miró a su madre y la vio llorando con el labio lleno de sangre pidiéndole perdón mil veces y lo único que hizo fue intentar sonreírle para que se tranquilizase cuando él estaba muerto de miedo. Pero cuando escuchó el botón del pantalón de su padre ser desabrochado y el sonido de la cremallera bajando no pudo más, podía soportar una, dos y mil palizas pero no una violación y menos de ese ser despreciable así que empezó a respirar agitado y a moverse como pudo ya que era un poco difícil por las graves heridas que llevaba en todo el cuerpo y porque estaba agotado.

-          Deja de moverte – le dio con el cinturón en toda la espalda- esto te gusta no? Esto es lo que quieres y lo sabes, adoras que te la metan duro y sin preparación porque es lo que te gusta, sentirte así, sucio, que traten como te mereces, como un trapo de usar y tirar, ¿eso es lo que te gusta pequeño lou?

No podía seguir escuchándole, no podía seguir así, sentía que le iba a estallar la cabeza del dolor tan punzante que tenía y de las palabras de Troy, sentía su estómago contraerse y sentía como su ano estaba contrayéndose, sentía su aroma más fuerte que nunca inundando la habitación, sentía miedo, asco, decepción, dolor como nunca antes, sentía pánico, sentía pena, agobio, impotencia, sentía tantas cosas y ahí seguía tirado como un trapo sin poder hacer nada.

Y lo sintió, sintió como su padre se metió dentro de él sin cuidado, pensando solo en lastimar y destruir, sintió como su mundo se caía en pedazos, se sintió sucio y fue cuando pensó en Harry, si salía vivo de ahí como si quiera iba a poder mirarle a la cara, como si quiera iba a poder seguir estando con él. Y lo hizo, cuando notó a su padre salir de él gritó, gritó con todas sus fuerzas y sin darse cuenta estaba usando el llamado a su alfa y no paraba de gritar y forcejear esperando a que Harry apareciese en algún momento y le sacase de esa tortura.

Mientras tanto Harry ese día decidió irse andando porque necesitaba pasear y que le diese el aire ya que pensaba que estaba viviendo un sueño, era y estaba muy feliz, Louis le hacia el alfa más feliz del mundo, en el instituto todo iba genial y bueno con sus amigos todo estaba perfecto, que más podría pedir? Hasta que lo sintió, se paró de golpe porque notó que le faltaba el aire, notó como cada uno de sus huesos se estremecía y entonces sintió como su alfa estaba inquieto y muy preocupado y fue cuando sintió que algo andaba mal con Louis y su instinto le obligó a dar media vuelta e ir corriendo a casa de su precioso omega. Cuanto más cerca estaba más angustia sentía y cuando estaba a dos cuadras de su casa fue cuando lo escuchó, lo escuchó perfectamente, era el grito de su omega desesperado pidiendo por ayuda y empezó a correr aún más rápido, no sentía las piernas de lo rápido que iba, lo único que sentía era a su alfa cada vez más y más furioso y con ganas de pagar con quien le estuviese haciendo daño a su dulce omega coqueto.

Cuando llegó no paró, no pensó, solo actuó por instinto y se llevó la puerta por delante le daba exactamente igual y entonces lo vio, su pequeño, dulce y frágil omega cubierto de sangre por todos lados y un hombre asqueroso, al que ya conocía por cosas y fotos que le había enseñado Louis detrás de él con los pantalones bajados, fueron segundos los que Harry tardó en reaccionar pero esa imagen de Louis con el culo en pompa lleno de  sangre gritando y pataleando con la poca fuerza que le quedaba, esa olor a pánico y miedo y esa risa cínica cargada de odio y asco de ese ser despreciable, sabía que jamás la olvidaría, pero antes de que Troy volviese a entrar en SU omega se acercó velozmente y le empujó contra la pared.

Harry no era Harry, era su alfa, protector, enfadado, decepcionado y muy muy molesto el que estaba actuando, pero aún en sus 5 sentidos cualquier persona habría hecho lo mismo que él.

Harry le miró y solo bastó eso para que Troy sintiese miedo de verdad, por primera vez en mucho tiempo, porque sabía cómo era un alfa cuando se trataba de su pareja y lo único que vio fueron dos orbes negros, una respiración agitada, unos puños blancos llenos de ira y pudo distinguir la olor de pánico y la olor de alfa enfadado. Y Harry dejó de mirar y empezó a actuar, empezó a descargar toda su rabia no de ahora si no de todas las veces que Louis había llegado con golpes y Harry solo había sonreído y mimado a su omega para que se sintiese mejor, pero ahora había pasado los límites, había pegado, maltratado y abusado de su omega y eso era imperdonable. Un golpe tras otro caía sobre el cuerpo de Troy, al principio intentó defenderse pero vio que era imposible así que se rindió y empezó a recibir cada vez más duros golpes, sentía todos y  cada uno de ellos, el siguiente más fuerte que el anterior hasta que en un momento todos esos golpes pararon en seco y se escuchó una voz.

-Alfa – dijo Louis como pudo, con un hilo de voz que apenas era audible entre los golpes, los gritos de dolor de Troy y los lamentos de Jay, pero Harry lo escuchó.

-Bebé, estoy aquí – se acercó corriendo tirando el cuerpo de Troy como si de basura se tratase- Estoy aquí Lou.

- C-ca – tosió y enseguida hizo una mueca horrible porque sentía que se estaba muriendo por dentro – c-casa

- Amor... - Harry se quitó la chaqueta y se la puso por encima a Louis, le subió los pantalones con delicadeza y lo cogió en brazos con todo el cuidado que pudo, verle así solo hacía que su alfa quisiese acabar con esa cosa despreciable que había dejado en el suelo, pero al ver como su omega se acercaba como podía a su fuente de aroma y como se intentaba agarrar a él le hacía querer llorar.

Jay le dio las llaves de su coche y Harry le montó lo más rápido que pudo pero con la mayor delicadeza posible y empezó a conducir como un desquiciado hasta el hospital, los semáforos y señales le importaban una mierda, lo único en lo que estaba concentrado era en llevar a su omega al hospital y en aguantar las lágrimas de impotencia que quería salir.

Llegó al hospital y aparcó sin cuidado, salió y cogió a Louis con todo el cuidado que pudo y entró corriendo pidiendo ayuda a gritos.

-          POR FAVOR NECESITO AYUDA!! –los gritos y la peste a desesperación fue suficiente para que varios médicos se acercasen a él y se llevasen a Louis en una camilla dejando a Harry en medio del pasillo desesperado y desorientado.

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