"Con filosos colmillos,
con brillantes ojos,
con puntiagudas garras
y sonrisas desencajadas".
Aquella era la definición de un monstruo,
claro, como aquellos ocultos bajo la cama.
"Debes huir de ellos".
"Tener cuidado que no te coman".
Millones de consejos en lo vida he escuchado,
pero ninguno nunca, me dijo que hacer cuando
me encontrará enamorado;
si, de aquellos seres con colimllos afilados.
Fue él quién huyo cuando nuestros ojos se encontraron,
le grite que se detuviera,
que no le haría daño.
Pero soy yo quien ahora... Sufre
al tenér su cuerpo inerte en mis manos.
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50 poemas que delatan
PoetryDiversos poemas, que he escrito sin ninguna experiencia, espero que aún así puedan disfrtutarlos.