El humo que expulsó por los labios,
lleno el ambiente.
Inspiré entrecortadamente.
Me observó fijo, con el cigarro ente los dedos,
ni una palabra dijo,
pero yo lo supe.
Ya no solo aquel humo me quemaba la tráquea y los pulmones,
mi corazón bombeaba dolorosamente.
Yo lo amaba,
de manera espeluznante,
pero aquello, lo nuestro,
no iba a ser posible.
ESTÁS LEYENDO
50 poemas que delatan
PoesíaDiversos poemas, que he escrito sin ninguna experiencia, espero que aún así puedan disfrtutarlos.