004 || Horacio ☕︎

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                                LUCIA

En la ciudad de Los Santos, hacia mucho frío, estábamos a - 0 y la verdad que apetecía quedarse en la cama y no hacer nada. Claramente no podía, tenía que ir a el hospital a atender, así que me puse un abrigo beige bastante abrigado, guantes y una bufanda blanca. Todo esto arriba de un chandal color negro un poco ajustado y una playera manga larga color negro con cuello alto.

Tome las llaves de mi auto, me despedí de mi gato Robin y me fui de mi apartamento. Subí a mi auto y me dirigí hacia el hospital donde me esperaba un largo día.

Al llegar, vi a Lara, mi jefa. La salude con un abrazo, como de costumbre. Me puse de servicio y vi a varios compañeros salir o entrar en servicio. Me puse en la recepción ya que todo estaba muy tranquilo por la mañana, pero no tardarían en venir o hacer llamadas.

Después de un tiempo, vi a Horacio y Gustabo, los dos amigos que visitaban el hospital todas las semanas sin excepción. Suspire cansada, esta era la tercera vez en la semana que visitan el hospital. Camine hacia ellos mientras mantenía una sonrisa cansada.

–¡Hombre, Lucia! –Gustabo hablo. – Mira, ehh, ¿Puedes atender a Horacio? Hemos tenido una noche loca y bueno, sabes como se pone, ha tenido una pelea y esta muy mal. –

–El otro termino peor. –Horacio balbuceo, supongo que por que el alcohol aún seguía en su organismo. –

–Vale, ¿Me ayudas? –Ignore su anterior comentario y con ayuda de Gustabo lo llevamos a una habitación vacia del hospital, luego tumbamos a el crestas en una camilla. – Madre mía. Yo no se como seguís vivos. –Gustabo solto una risita. – Espera afuera. –El asintio y salio. –

–¿Eres un ángel? –Horacio me pregunto mientras yo sacaba alcohol y algodón para desinfectar las diferentes heridas que tenia en su cara y diferentes partes de su cuerpo. –

–Si tu quieres verme como un ángel, pues si. –Pase el algodón por una herida, el se quejo. – Tranquilo. –Seguí haciendo mi trabajo hasta acabar. – Vale, ya esta.

Guarde el alcohol en un estante que había y tire el algodón en un tacho de basura que había en la habitación. Note la mirada de Horacio en mi, yo solamente ignore su mirada y tome unas gasas para ponerselas en el brazo.

–Pon tu brazo, por favor. –Me sente a un lado de el, el puso el brazo y le puse una gasa en una herida algo profunda. Después de ponerle otra gasa más en el brazo, me levante y sonreí.–

–Me gustas, ¿te gusto?

–¿Cómo? ¿Qué dices, Horacio? –El rio nervioso y apenado. Yo no pude evitarme sonrojarme levemente. –

–Me gustas, ¿te gusto? –Repitio apenado.–

–Mira, seguro son efectos del alcohol, todavía estas borracho. –El realmente me gustaba, pero muchas veces me había ilusionado y sinceramente ya no creía nada de lo que decía. –

–Creeme que la ebriedad se me fue hace mucho. –Se sonrojo y yo me puse más nerviosa. –

–Anda, levanta, ya estás listo. –Trate de mirarlo a toda costa pero el caminaba atrás mio por toda la habitación del hospital. – ¿Por qué me sigues? –Lo voltee a ver y reí un poco. –

El me miro a los ojos y yo mire hacia otra parte de la habitación, tome una planilla que se tenia que hacer cada que algún paciente venia y empeze a poner los datos de Horacio, que ya me los sabía de memoria por tantas veces que ha venido.

Horacio me quito la planilla y me beso, sin poder evitarlo, seguí el beso. Lo separe después de unos cortos segundos.

–No, lo siento. Yo se que yo no te gusto, es el alcohol. Y además, no es amor lo que sientes por mi, solamente me quieres como amiga. Tú me quieres, no me amas. Lo estas confundiendo con amor. – Evite su mirada y seguí rellenando la planilla. Nos quedamos en un largo e incómodo silencio hasta que yo tuve que hablar. – Listo, puedes irte. –Revise por última vez la planilla sin verle a la cara y vi que el iba hacia la puerta pero parecio arrepentirse y voltear hacia mi. –

–Escucha, lo siento. Tienes razón, yo estoy confundiendo el quererte con amarte. De verdad lo siento mucho, perdoname.

–No pasa nada. –Sonreí y el me abrazo. Duramos unos segundos así hasta que nos separamos. – Venga, procura cuidarte mucho las heridas y desinfectarlas, puede que se te infecten y sea peor. Ten mucho cuidado.

–Vale, te quiero. – Por primera vez, en la "amitad" que habíamos formado cada vez que venía al hospital, me dijo "te quiero". –

–Yo también te quiero. –Sonreí y el se fue. –

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Quedo un poco corto, lo siento 😔👍🏻

En fin, mañana empieza Infames, ¿Preparados para sufrir?

Quizá en un rato suba otro de Greco larguísimo, nose :)

(editado)

ONE-SHOTS ¦ SpainRp & InfamesRp ¦ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora