Solamente Tú y Yo [Editada]

Capitulo 5-.

Nada más despertarme, y bañarme, baje a desayunar con mis padres. Lia Baja un poco más tarde, ella a su trabaja entra más tarde. 

Cuando termine y subí a lavarme los dientes. Baje a la sala, me senté en el sofá y agarre mi celular para marcarle a Danielle.

—¿Que pasa?—

—Hola Danielle— la salude y ella rio.

—¿Que necesitas amor?—

Reí.
—Tengo una cita— susurre

Y ella grito. Aleje el celular de mi oído.

—Me encanta. Tenemos que ir a comprar tu vestido—

Asentí.
—Para eso te hablo, quiero que me ayudes, amiga—

—No tienes que decirlo dos veces. Todo para que ese hombre apuesto se quede con la boca abierta. Te ayudaré. Estaré en tu casa en 5 minutos—

—Gracias— colgamos.

Y no se equivocó. Tardo menos de 5 minutos en llegar a mi casa. Nos fuimos al centro en su carro y estuvimos de tienda en tienda buscando algo adecuado para una primera cita.

Después de recorrer como 5 tiendas en la última tienda. Encontré lo que estaba buscando.

—Este es Perfecto— le dije a Danielle cuando salí con el vestido puesto del probador.

Ella asintió mirándome desde la silla.
—Es el ideal—

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Mientras mi cabello escurría pequeñas gotitas de agua por mi espalda, me miro en el espejo que tal me queda el vestido que compré.

Es completamente azul oscuro con flores, de tiras finas. Se ajusta un poco por encima de las costillas, debajo del busto, y luego cae hasta la mitad del muslo. Es Perfecto. Y con unos tacones negros con broche, y sobre el broche una pequeña flor.

Cuando termine de prepararme, pase largos minutos observándome en el espejo. Agarro mi bolsa negro y bajo las escaleras. Llegó a la sala y solo está mamá viendo la tele comiendo palomitas.

Al oír el ruido de los tacones ella voltea.

—Vaya, ¿a donde vas?— pregunta mamá sorprendida.

—A una cita— respondo sonriendo ampliamente.

—Te ves increíble hija— sonreí.

—Muchas gracias mamá—

Salgo y empiezo mi camino hacia la dirección de Nathan.
Cuando llego estacionó y miro el restaurante, miro a través del vidrio y hay varias personas en sus mesas disfrutando de su cena, de prácticas amenas.

Camino y abro la puerta, y entre las mesas busco a Nathan, y no esperaba encontrarme con sus ojos. Estaba mirando directamente hacia mi.
Sonreí y me acerqué, el se levantó de la silla.

Cuando estuve frente a él lo mire y todo desapareció para mi, solo existe este hombre que tengo frente a mi.
Se acercó a mi, y lo mire detalladamente.

Nathan es candente, sexy y totalmente atractivo. Pero ahora, con unos pantalones oscuros de vestir, una camisa de botones de manga largas de color azul oscuro, y sus zapatos, está alucinante, tanto que me deja como una tonta con la boca entreabierta.

Se acercó a mi silla y la corrió para que me sentara. Lo hice y se acerco su boca a mi oreja.
—Mia— susurró en mi oído.
—Estas impresionante—