Solamente Tú y Yo [Editada]

Capitulo 8-.

Mire impresionada a Nathan, y sentí mi corazón latir fuertemente, tanto que lo sentía chocar contra mi pecho, y el sonido lo escucha en mi cabeza y el zumbido en el oído.

—Si— susurre tan bajo que Nathan no me escucho por qué seguía mirándome intrigado.
Asentí y lo mire sonriendo.
—Si! Si me encantaría— grite y el me levanto y dio vueltas conmigo en brazos, reí y el también. Cuando me bajo agarro mi barbilla y miro detalladamente mis ojos.

—No te arrepentirás. Te lo prometo—

Y le creí

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Dias después.

Después de días de los acontecimientos ocurridos nada podría ir mejor. Resumiendo lo qué pasó fue, después de darle el si a Nathan, nuestra relación es lo mejor qué hay, y aunque los dos somos personas sumamente ocupadas con el trabajo tenemos tiempo para hablar o vernos todos los días.
Después del suceso con Lia, mamá habló con papá y ellos han estado con Lía, hablando con ella, saliendo ellos tres a no sé dónde y veo feliz a mi hermana, y aunque no hemos hablado se que ella se está recuperando.

Danielle y Thomas están al tanto tan pronto como ocurrió que tengo una relación con nada menos que Nathan Green, Danielle dio el grito al cielo y me abrazo y felicito, Thomas solo hizo una mueca y me miro tristemente, toda la semana el a estado realmente decaído.

Y yo aquí estoy, terminado de inspeccionar mi atuendo y peinado. Estoy tan nerviosa, Nathan no tardará en pasar por mi, hoy sábado, precisamente hoy conoceré a su familia, y estoy tan nerviosa, más que el día de mi examen.

Baje las escaleras y justo cuando llegue al final sonó el tiemble, mis padres y Lia salieron, y la verdad no se ha donde han estado yendo, después le preguntare a mamá.

Abro la puerta y lo primero que veo son los ojos azules de Nathan. Después su muy elegante traje de vestir negro con una camisa elegante de color blanca.

El me repaso de pues a cabeza, y jadeo sorprendido. Sonreí y me acerqué a él.

—Te vez espectacular amor— sonreí, últimamente dice palabras o oraciones tan dulces que no soportaré, me derriten.

—Y tu, te vez muy guapo— sonrió y me beso lentamente y disfrute sus labios.

Caminamos a su camioneta, y ahora si su chofer avanzó por las calles hacia la casa de los padres de Nathan.

Cuando llegamos, su casa es inmensa, es aún más grande que la de Nathan, de color blanca con gris, y el camino hacia la puerta hay un inmenso jardín con muchas flores de todo tipo, a su alrededor.

Cuando nos detenemos en la puerta le doy un apretón de manos a Nathan y el voltea a verme.

—Estoy muy nerviosa— confieso tímidamente.

—No tienes por que estarlo, les encantas, te vieron en la revista y me regañaron por no decirles y por no presentarte con ellos. Aparte Heiden les hablo de ti— eso me tranquila un poco, solo un poco.

Suspire y Nathan abrió la puerta, si por fuera es hermosa, adentro es magnífica. Cuadros de arte, escaleras en el pasillo para ir hacia arriba adornadas, todo elegantemente, pero a la vez sencillo.