El ritmo de un corazón enamorado(Lunacoln)

Capítulo 1: La chica de mechón turquesa

Era el comienzo de otra historia en la casa de los Loud, Luna estaba viendo una película con su novia Sam en la sala, ya llevaban 2 años de relación, ambas estaban comiendo palomitas de maíz; las dos se besaban, se acariciaban, se reían y se volvían a besar, aquellas chicas no se percataron que estaban siendo observados por el único hijo varón de los hijos Loud: Lincoln, luego de haber espiado algunos minutos a su hermana con la novia de ella, se dio media vuelta atrás dirigiéndose a su habitación, se hecho a su cama y suspiro. 

 –Lincoln: ¿Por qué no soy yo acompañándola abajo? Hace tiempo que la tengo en mi cabeza, no puedo pensar en otra chica que no sea ella. 

 Alguien toco la puerta y el peliblanco da permiso de entrar, se trataba de su segunda hermana mayor.

-Leni: Hola Linky. Todas las chicas hemos planeado ir a la plaza, ¿Te apuntas?

 -Lincoln: No lo siento, tengo cosas que hacer ahora. 

 –Leni: ¿Cómo cuáles?

 -Lincoln: Son cosas personales, que no te puedo contar, pero son muy importantes para mí. 

 –Leni: Está bien, nos vemos luego. 

 Luego de que su hermana cerró la puerta él se quedó dormido, al despertar se percató que estuvo durmiendo por más de dos horas, tenía hambre así que bajó a la cocina, estaba seguro que Sam ya se había marchado a su casa, pero grande fue su sorpresa que ella estaba en la cocina, estaba incomodo ante su presencia. 

 –Sam: Hola Lincoln. ¿No acompañaste a tus hermanas a la plaza?

 -Lincoln: No la verdad, que estaba cansado. 

 –Sam: Entiendo.

 Luna también se acercó a la cocina, le dio un gran abrazo a su novia, acomodándose aún más el peliblanco quien se retiró de la cocina olvidando el motivo de haber bajado. En su habitación decidió no bajar hasta que llegue la hora de la cena. Aquella noche cuando todos estaban reunidos en la mesa Luna pidió permiso a sus padres si su novia podía pasar la noche, los padres no se negaron, así que accedieron Cuando era la hora de dormir, alguien toca a la puerta de Lincoln quien ya estaba en su cama a punto de cerrar los ojos, se trataba de Luan. 

 –Lincoln: ¿Qué haces aquí? 

 –Luan: Luna me pidió que pase la noche contigo porque quiere estar a solas con Sam. 

 -Lincoln: ¿Que no le puedes pedir a Lori u otra? 

 -Luan: ¡Oh vamos Lincoln! la vez pasada que Lynn quiso dormir contigo no te negaste, además si yo les dijera a las otras chicas le avisarían a nuestros padres y Luna se metiera en problemas. 

 –Lincoln: Está bien puedes pasar. Luego de una hora Luan se quedó completamente dormida, pero Lincoln no conciliaba el sueño, bajo a la cocina por un vaso de agua, al subir se percató que la puerta del cuarto de Luna estaba semiabierta, echó un vistazo y lo que observo fue como dos mujeres hacían el amor, ambas apagaron sus vaginas y se movían bruscamente para lograr una excitación de placer. El peliblanco regreso a su habitación. 

 –Lincoln: ¿Cómo pudo pasar esto? No creí que esto llegara a pasarme – pensaba en su mente- cada vez que veo a Sam cerca, a Luna me invade unos celos. ¿En qué momento me llegué a enamorar de ella? ¿Qué fue lo que me atrajo de ella? Todo me da vueltas ¿Cómo me pude enamorar de la novia de mi hermana? Quizás por su hermosa voz, o aquel mechón turqués en su cabello, ¡Tan solo sucedió! 

 En la mañana Lincoln se dirigió a la escuela, él se encontraba en octavo grado en el último año de secundaria, tenía 13 años, mientras que Luna y Sam estaban en preparatoria, solo lo veía cada vez que ella visitaba a su hermana en la casa, el peliblanco tendría que fijarse en otra chica porque no quisiera tener conflictos con su hermana.

CONTINUARÁ