Lulú se aparta de Lincoln, asustada y Lincoln desilusionado.
–Lincoln: Lo siento pensé que te gustaba.
–Lulú: No, yo..., no podemos.
–Lincoln: ¿Por qué? No me digas que te avergüenzas de mi por ser menor que tú.
–Lulú: No se trata de eso, la verdad- a Luna le costaba trabajo decirle la verdad a su hermano, ella solo quería ser una amiga para acercarse más a él, a su hermano el adolescente con las hormonas alborotadas, no resultó como ella quería- solo podemos ser amigos.
–Lincoln: ¿Tienes a alguien verdad? – le preguntó, pero ella se quedó callado – era algo obvio, no entiendo porque hiciste todo eso si tienes novio. Lo mejor será no vernos nunca más.
Luna logró que él pierda todo interés en ella, es lo que había buscado por que si las cosas seguían así todo empeoraría, pero estaba triste por dentro, un gran dolor en el pecho le consumía, lagrimas salían por sus ojos a ver que Lincoln se alejaba, una fuerza dentro de ella no quería que se termine esta relación por lo que tomó el control del cuerpo.
–Lulú: ¡Lincoln! - la abrazo por detrás- perdóname.
–Lincoln: ¿Que estas tramando? - dijo muy confundido.
–Lulú: No tengo a nadie, estaba nerviosa. Es la primera vez que me besa un chico.
–Lincoln: Lo dices en serio.
–Lulú: Nunca había estado con un chico, las cosas del amor me ponen nerviosa.
–Lincoln: Sabes luces algo diferente- el peliblanco no reconocía la voz de su hermana debido a su acento británico, ella cambió su modo de hablar por uno americano, apenas, pero ahora suena más natural.
–Lulú: ¡Abrázame!
-Lincoln: ¿Cómo dijiste?
-Lulú: ¡Solo hazlo te sentirás mejor, créeme!
El peliblanco obedeció, él la abrazó al igual que ella lo hacía, el abrazo de ella se sentía cálido, era la primera vez que una chica lo abrazó con fuerza, se sentía muy bien, poco a poco fue olvidando aquella noche de pasión que paso con Sam, lo que él quiere ahora estar con Lulú.
–Lincoln: ¡Lulú!
-Lulú: ¿Dime Lincoln?
-Lincoln: ¿Quieres ser mi novia?
Lulú se regocijo de esuchar esas palabras, por dentro Luna sabe que ha llegado demasiado lejos y era momento de detener esta locura, quería decirle la verdad a Lincoln, pero aquellas palabras no le salían de la boca, y terminó diciendo que empero mucho más las cosas.
–Lulú: Claro que sí, ¡seamos novios!
Lincoln se acercó a ella para darle un beso y ella lo permitió, la beso como cuando besa a Sam. Aquella tarde estuvieron sentados en un parque tomados de la mano, había un silencio agradable, disfrutaron mucho de la compañía del otro sin decir ninguna palabra, se quedaron más tiempo de lo acostumbrado, pero ya tenían que volver a casa cada uno, Lincoln se ofreció de acompañarla a su casa, pero ella le dijo que no era necesario y de despidieron con un beso más.
Lincoln al llegar a casa parecía otro, se veía más alegre y más conversador, llamando la atención de toda su familia, mientras tanto Luna estaba encerrada en el baño, tomando una ducha, se sobaba el cuerpo con fuerza, se sentía sucia y degenerada.
-Luna: Como fui capaz de hacer eso, es mi hermano, no era yo tras ese disfraz- se dijo entre lágrimas- fue como si Lulú tuviera una vida propia, diablos que estoy diciendo, me estoy volviendo loca. ¡Sam! Eso es tengo que ir a ver a Sam, tengo que estar con ella, necesito de su compañía.
Tras ducharse salió de casa avisando a sus padres que estaría, salió en bicicleta y tomando una bolsa, en aquella bolsa se encontraba el disfraz de Lulú, y lo arrojó en el tacho de basura en un parque que estaba en el camino.
–Luna: ¡Adiós Lulú! ¡Ya no te necesito!
Y siguió su camino hasta llegar a casa de Sam, su novia estaba sorprendida de su visita, pero como siempre su casa esta vacía le alegró mucho su presencia, al cerrar la puerta la beso con pasión y con lengua, ella también hizo lo mismo.
–Sam: No que te daba asco usar la lengua.
–Luna: Cambie de opinión.
CONTINUARÁ
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El ritmo de un corazón enamorado(Lunacoln)
Fiction généraleLuna y Sam son novias, todo parecía andar bien hasta que cierto día que ella observa que su hermano mostró interés en tocar la guitarra ,él no quería recibir clases de ella porque decidió vestirse como Lulú, el peliblanco no solo aceptó en que le d...