El ritmo de un corazón enamorado(Lunacoln)

Capítulo 23: La personalidad que ocupa el lugar de la otra

Hace tiempo Luna participó en un show de talentos, pero decidió ir disfrazada se compró un vestido y peluca rosa, y se hizo llamar Lulú, decidió hacerlo porque no quería que sus compañeros de la banda se enteraran y también saber si tenía el talento para ser solista y dejar su banda musical; era una larga cola estuvo cerca de 2 horas hasta que le tocó mostrar sus talentos a los jueces. 

–Juez 1: ¿Cómo te llamas? 

-Luna: ¡Lulú! 

-Juez 2: Te escuchamos. 

–Luna: Hoy he venido a tocar mi música, soy una artista o una estrella del rock, llámenme Lulú porque mi música les fascinara, a donde voy siempre ando con mi guitarra las rimas y melodías se apegan a mi guitarra para mostrarles mi sensacional música.

–Juez 3: Suficiente, siguiente. 

–Luna: No les gusto. 

–Juez 1: No es lo que estamos buscando, aun siento que eres una novata. 

–Juez 2: Mejor intento para la próxima vez. 

–Luna: Ok, entiendo- y se marcha del escenario- que bueno que estaba disfrazada, se siente menos la humillación.

Otra vez en el presente Luna recuerda si debut como Lulú y no fue como ella quería, jamás de deshizo del disfraz porque la idea del personaje artístico no era una mala idea, pero jamás se imaginó que tomaría control de su cuerpo olvidando quien es ella en realidad, ahora entiende que debió deshacerse del disfraz. Colocó la peluca y el vestido rosa en su mochila y salió de su cuarto, en el pasadizo se encontró con Lincoln y reconoció aquella mochila.

–Lincoln: ¿A dónde vas?

-Luna: Tengo que hacer algo que debí haber hecho tiempo.

–Lincoln: ¿Quieres que te acompañe?

-Luna: No tengo que hacer esto yo sola. 

–Lincoln: De acuerdo, como quieras.

Luna se subió a la bicicleta de Lynn manejo hasta llegar a un descampado, arrojó el disfraz al suelo, también trajo gasolina y fósforo; roció el traje del líquido y encendió una cerilla, y lo tiró para quemarlo.

–Luna: Adiós para siempre Lulú.

Y al ver que la ropa estaba completamente carbonizada comenzó a echar carcajadas, fueron risas tan siniestras demostrando desequilibrio emocional, pero resultó que Lulú había tomado el control del cuerpo de nuevo. 

–Lulú: ¡Luna, Luna, Luna! ¡Pero qué ingenuas resultaste ser! Crees que con esto es suficiente para acabar conmigo. Eso jamás pasará, pero gracias a ti, me acabas de dar una gran idea. 

La rockera regresó a casa y se dirigió a la habitación de su hermano.

–Lincoln: ¿Qué te pasó? Hueles a humo.

-Luna: Lo queme, queme el disfraz de Lulú.

–Lincoln: Eso lo explica- rápidamente ella abraza a su hermano.

–Luna: Tengo miedo Lincoln. ¡Temo que ella ser apodere de mí de nuevo! 

-Lincoln: Está bien, tranquilízate yo estoy a tu lado. Buscaremos ayuda, Lisa puede hacerlo. 

–Luna: No Lincoln, no quiero que nadie más se entere.

–Lincoln: Pero... 

-Luna: Por favor Lincoln, no quiero que nadie más se entre me prometes guardar el secreto, yo buscaré la forma de buscar alguien más que me pueda ayudarme. ¡Lo prometes Lincoln!

-Lincoln: Está bien, será como tú digas.

–Luna: Gracias hermano, y una cosa más crees que pueda dormir contigo esta noche.

–Lincoln: ¡Qué!

–Luna: Me sentiría más tranquila si estas a mi lado esta noche, espero que no sea mucho pedir.

–Lincoln: Descuida, pero solo por esta noche.

-Luna: Si Lincoln. Eres mi mejor hermano. 

–Lincoln: Soy tu único hermano. 

Lulú engañó al peliblanco haciéndose pasar por Luna, una vez dormido ella acarició el cabello de Lincoln. 

–Lulú: Todo va de acuerdo al plan, pronto estaremos juntos tu y yo, y nadie nos va separar, mi querido Lincoln. 

Luego de un par de días, Lulú se acercó a la habitación del peliblanco.

–Luna: Te tengo noticias. 

–Lincoln: ¿Cuál es?

-Luna: Encontré una persona que me puede ayudar, acorde verme con él mañana. 

–Lincoln: Eso es genial. 

–Luna: Me puedes acompañar.

–Lincoln: ¿Yo? ¿Para qué?

-Luna: Eres el único que sabe de mi condición y me haría bien un poco tu compañía. 

–Lincoln: Bueno, esta bien. Te acompañare. 

CONTINUARÁ