Aquella noche Luna de despertó, mejor dicho, fue Lulú, tomó unos audífonos y lo coloca sobre las orejas de su hermana Luan para que no escuche nada, tomo el segundo celular y marcó el número a Lincoln, el peliblanco contesto la llamada.
–Lulú: Antes que nada, Lincoln perdóname por no haberte contestado, he tenido un gran inconveniente.
–Lincoln: ¿y se puede saber cuál ha sido ese inconveniente?
–Lulú: Lo siento, pero no puedo decírtelo, pero te prometo que te hablaré todas las noches a esta hora.
–Lincoln: ¿Por qué solo en las noches?
-Lulú: te prometo que te contaré todo cuando nos encontremos.
–Lincoln: ¿Y cuándo nos volveremos a ver?
–Lulú: No lo sé, probablemente una semana.
–Lincoln: ¡Una semana!
-Lulú: ¡Por favor Lincoln! Confía en mí, yo te amo, pero necesito que confíes en mí, ¿Puedes hacerlo?
–Lincoln: De acuerdo Lulú.
–Lulú: Gracias Lincoln por comprender, mañana te llamaré a esta hora. Te quiero amor.
–Lincoln: Yo también te quiero Lulú.
Ella cortó la llamada y regreso a la cama, en la mañana Luna despertó aún con sueño y se dio cuenta en el reloj que eran más de la 9 de la mañana, salto de la cama rápidamente, tomo su desayuno y salió a la calle a buscar trabajo; las horas corrían muy veloz para ella, se saltó el almuerzo, eran más de la 6 de la tarde y no pudo conseguir nada, cansada y con mucha hambre no tuvo otra que regresar a casa.
Tal como les prometió a sus padres ella será la asistente de Luan en su trabajo de fiestas infantiles. En la noche cuando se quedó dormida, se despertó a las 11 de la noche, pero como Lulú cogió el celular y llamó a su novio Lincoln, alrededor de 10 minutos de plática.
-Lulú: Cielos sin mi disfraz no puedo ver a mi Lincoln- mientras buscaba en sus cajones de ropa- tendré que ir a buscarlo.
Tomó una bicicleta y salió al parque dónde voto el disfraz, pero como era de esperarse ya no estaba, por lo que fue a buscarlo en el depósito de basura, tras dos largas horas de búsqueda entre los escombros de inmundicia logro encontrar lo que buscaba, y regreso a casa. Para que Luna no lo encontrara lo guardo en el garaje en un rincón debajo de varias cajas. En la mañana Luan sintió un olor desagradable, era su hermana Luna.
–Luan: ¡Oh por Dios Luna!, ¿A dónde te has metido?
–Luna: Porqué tanto escándalo- ella al instante se dio cuenta de su olor desagradable- pero qué significa esto.
–Luan: Parece como si hubieras caminado entre el depósito de basura.
–Luna: Acaso esto es una de tus bromas.
–Luan: Porque haría eso, si desde hoy vamos a empezar a trabajar.
–Luna: Tus bromas siempre son extremas. Así que no me sorprendería.
–Luan: Como sea, solo ve a la ducha.
Luna salió de la habitación y como es costumbre había una larga cola para ir al baño, pero rápidamente todas sus hermanas se espantaron del mal olor de Luna, todos menos Lana, la gemela de 9 años se acercó a su hermana mayor para darle un varazo y olerla.
–Lana: Hermana hoy has vuelto a ser una de mis favoritas.
–Luna: Por favor Lana suéltame, no disfruto estar así.
–Lori: ¿Pero qué rayos te paso?
–Luna: Estoy segura que es una de las bromas de Luan.
La puerta del baño se abrió y salió Leni.
–Leni: No hay nada más refrescante que un buen baño por la mañana- pero ella también olfateo el mal olor de luna- ¡Oh por Dios que es esa inmundicia!
-Lana: Es Luna. Cielos yo nunca he apestado así, me has superado hermana mayor.
–Luna: Suficiente Lana que me voy a molestar contigo.
–Leni: Entra al baño y date un buen duchazo.
Todas sus hermanas estuvieron de acuerdo.
–Lana: ¿Te puedo acompañar Luna?
-Luna: Qué más da, entremos.
CONTINUARÁ
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El ritmo de un corazón enamorado(Lunacoln)
Ficção GeralLuna y Sam son novias, todo parecía andar bien hasta que cierto día que ella observa que su hermano mostró interés en tocar la guitarra ,él no quería recibir clases de ella porque decidió vestirse como Lulú, el peliblanco no solo aceptó en que le d...