VIII

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ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 8

ᴄᴏɴᴏᴄɪ ᴀ ᴍɪ ᴘᴀᴅʀᴇ, ʟᴀ ᴘᴇᴏʀ ᴇxᴘᴇʀɪᴇɴᴄɪᴀ 0 ᴇsᴛʀᴇʟʟᴀs

Mira, yo no quería ser un mestizo... Espera saga equivocada lo siento. Bien, luego de haberme quedado dormido y soñar con una agradable nada desperté maravillado con el sonido de un trueno ¡Así es, nuevamente estaba lloviendo! El clima obviamente me adora. Me siento en la cama mirando por la ventana las gotas de lluvia caer y golpear el cristal, un  pequeño animal se encuentra al otro lado de este mirando hacia adentro, un cuervo.

Me dirijo a la ventana, abriendo tan lento como puedo, al tenerla abierta el ave me mira ladeando la cabeza antes de salir volando hacia algún lugar en donde pudiera resguardarse de la lluvia, supongo. Dejó escapar un largo suspiro antes de ir a arreglarme, suponía que Laurens me esperaría temprano así que tan rápido como pude terminé de vestirme, ate mi cabello en mi típica media coleta y tras haber recogido mis pertenencias salí de la habitación con una sonrisa, dispuesto a dirigirme al hogar de John Laurens.

Salgo de la posada encontrando un carruaje en la entrada, un hombre quien supuse era el conductor se acerca a mí con una pequeña sonrisa.

—¿Philip Hamilton?

—Así es —Digo tranquilamente, el hombre asiente con una sonrisa abriendo para mí la puerta del coche.

—El señor Laurens lo espera —Muerdo mi labio inferior subiendo al carruaje, el conductor cierra la puerta para luego tomar su lugar y ponerse en marcha.

☪︎


Así que el momento esperado, hablar con John Laurens sobre mi padre. Aquí estoy nuevamente en su hogar (esta vez entrando como un invitado decente), me encuentro nuevamente en su oficina, él se encuentra frente a mí mirándome atentamente. Daba la impresión de que sabía que era lo que estaba pensando.

Tras unos minutos de silencio finalmente él se decide por suspirar y abrir la boca con claras intenciones de hablar, antes de que lo haga rápidamente lo interrumpo.

—Señor Laurens —Me mira fijamente esperando que continúe, dejó escapar un suspiro —Antes de que comience a hablar tengo que pedirle algo.

—Bien, dime.

—No se atreva a negar que mi padre está vivo, yo... —Juego nerviosamente con mis manos decidiendo mirar al suelo —Tengo un vago recuerdo y recolecte algunas pruebas así que le pido que no sea como todos los demás, no quiero que también usted diga que mi padre está muerto.

—No pensaba negarlo —Dice tranquilamente dejándome sorprendido.

—¿No? —Él niega tranquilamente con la cabeza.

—No, hablé con él toda la noche y al final decidimos que era mejor decirle la verdad y...

—¡¿Hablaste con él?! ¡Entonces no esta muerto! ¡Yo tenía razón! —Grité levantándome de mi asiento tan rápido como puedo, el pecoso mayor sonríe.

—No, no está muerto.

Una extraña sensación recorre mi cuerpo, ahí estaban las palabras que tanto ansiaba escuchar, mi padre está vivo. Siento unas cuantas lágrimas resbalar por mis mejillas, sonreí un poco antes de acercarme y abrazar fuertemente a Laurens.

—Gracias —Digo al apartarme comenzando a limpiar mis lágrimas, cuando dirijo mi mirada al castaño sus ojos parecen tener rastros de arrepentimiento ¿se había arrepentido de decírmelo? —¿Ocurre algo señor Laurens?

EternityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora