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ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 1

ᴍɪ ɴᴏᴍʙʀᴇ ᴇs ᴘʜɪʟɪᴘ ʏ sᴏʏ ᴘᴏᴇᴛᴀ

Cuando era pequeño la única pregunta que rondaba por mi cabeza era; ¿En donde está mi padre? Durante mucho tiempo la respuesta de mi madre a mi pregunta fue:

"Tu padre está en el cielo cuidándote"

¿Y mi respuesta? Bueno la verdad es que nunca hubo una, esas palabras eran suficientes para que mi pequeña mente pudiera vivir en paz durante algunos meses.

Mira en realidad nunca había tomado mucha importancia al hecho de que mi padre no estuviera conmigo y para ser sincero hasta cierto punto creí que era normal solo haber crecido con mi madre. Luego entre al colegio y descubrí que todos los niños tienen una madre y un padre, fue entonces cuando comencé a agobiar a mi madre con preguntas sobre el hombre.

Si ella me hubiera explicado desde el comienzo que mi padre estaba muerto quizá no habría hecho muchas preguntas y sólo habría aceptado que el tipo nunca estaría en mi vida, pero decidió mentir diciendo que él estaba de viaje o que volvería algún día, tal vez lo hacía para no tener que explicar a un niño de tan solo seis años que era la muerte.

Luego en el colegio alguien habló sobre la muerte de su maldito pez y el profesor tuvo que explicarnos que era la muerte y cómo funcionaba la vida, entonces entendí que mi padre estaba muerto y dejé de hacer preguntas Fin. Ya pueden retirarse.

De acuerdo no es verdad, si hubiera dejado todo por la paz y no hubiera hecho preguntas quizá todo habría estado bien, pude haber tenido una vida tranquila... ¿Trabajando en el congreso? En realidad esa idea no me convence mucho así que quizá agradezco no haber tenido que hacer eso.

Da igual, es mejor comenzar la historia de cómo fue que me morí.

☪︎


Esto debería comenzar cuando desperté en el barco que me estaba llevando al otro lado del mundo, lo primero que hice además de sufrir un momento de pánico al no ubicar el lugar en el que estaba fue tomar el morral que pertenecía a mi padre, dentro tenía algo de dinero, un libro para pasar el rato, tinta, pluma y una libreta, obviamente esta última era mi posesión más preciada.

Suspiro echándome el morral al hombro mirándolo unos segundos antes de sacudir la cabeza buscando apartar miles de preguntas que rondaban mi cabeza ¿y si estaba haciendo mal? ¿Que tal que solo estaba persiguiendo la pista incorrecta? ¿Y si el hombre en realidad estuviera muerto?

Finalme tras algunos minutos me deshago de esos pensamientos pues ahora era tarde para arrepentirse, me encontraba en un barco que iría a Francia y no podía darme el lujo dar marcha atrás a la decisión que había tomado, al final si estaba equivocado al menos podría decir que tuve la maravillosa experiencia de hacer un viaje solo sin que mi madre quisiera acompañarme como era su costumbre. Normalmente no me dejaba solo ni un segundo, seguramente creía que si lo hacía me perdería para siempre, traumas que le dejó mi padre supongo.

Suspiro tomando mis cosas para salir del camarote, seguramente pronto llegaríamos a Francia y lo primero que tenía que hacer al llegar al país sería buscar al marqués de Lafayette, uno de los amigos más cercanos a mi padre, luego quizá buscaría al John Laurens.

Toda mi corta vida había escuchado por los amigos cercanos de mi padre y madre que John siempre fue el mejor de los amigos del hombre, parecían inseparables según algunos, otros decían que se querían como a unos hermanos.

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