XII

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ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 12

¿ᴇs ᴍᴜᴄʜᴏ ᴘᴇᴅɪʀ ᴜɴ ᴘᴏᴄᴏ ᴅᴇ ᴛʀᴀɴϙᴜɪʟɪᴅᴀᴅ?

Ahí estaba, corriendo tan rápido como mis piernas mortales me permitían. La lluvia había comenzado a caer así que mi ropa ahora estaba empapada, el camino empezaba a llenarse de lodo. Asustado, continuaba corriendo sin mirar atrás, sin detenerme. A la distancia podía escuchar algo de la pelea, no quería enterarme de nada y, como si fuera un niño pequeño me cubro los oídos sin dejar de correr.

Detengo mi andar minutos más tarde cuando un par de brazos me detienen abrazándome con fuerza, miro hacia la persona que me abrazaba encontrándome con Thomas. Por un momento siento el alivio de verlo aquí conmigo, por un momento me siento protegido, pero luego recuerdo mi conversación con Hércules, así que termino apartándome tan rápido como puedo.

—¿Qué ocurre pequeño? — Pregunta él mirándome con algo de preocupación y una mezcla de confusión — ¿Te hicieron daño?

No respondo y me quedo en silencio, él aún mostrándose preocupado intenta acercarse a mi.

—No te acerques — Pido intentando no sonar como un niño asustado, obviamente no lo consigo —¡Aléjate Thomas!

—Escuchame, estas asustado, lo entiendo, pero
tienes que relajarte Philip, todo esta bien.

—No, no esta bien. —Inconscientemente comienzo a llorar, la lluvia seguía mojandome pero poco me importaba ya el frío y el agua escurriendo por mi cabello —Mi padre es un vampiro, las cosas no son como yo creía y tú... ¿Eres igual que ellos, verdad? ¡¿TAMBIÉN QUIERES MATARME?!

Un trueno suena a la distancia, había comenzado a llover con más fuerza, el moreno me mira como resignado. ¿Él esperaba que yo no descubriera nada de esto? ¿Tan tonto me consideraba?

—Philip yo no quiero hacerte daño, no tienes que tener miedo de mi —Me mira verdaderamente preocupado, mostrando una sonrisa tímida, de esas que te dicen que puedes confiar, pero yo no estaba en condiciones de hacerlo. —Ven conmigo, iremos a casa.

—¿Cómo esperas que confíe tan fácilmente? — Pregunto bajando la mirada hacia el suelo, me había llenado de lodo pero honestamente es lo que menos me importa —¿Por qué me lo ocultabas?

Él baja la mirada, por un instante desearía tener el mismo poder de leer la mente para poder entender que estaba pasando. Esto era demasiado para mi pequeña mente inmadura.

—¡Maldita sea, respondeme Thomas!—Exijo tras algunos segundos sin recibir respuesta alguna —Los conoces, ¿cierto? Todo este tiempo supiste de Laurens y mi padre ¡Y nunca me dijiste nada!

—¡¿Y que querías que te dijera?! —Pregunta alzando la voz — Philip, no podía solo llegar y contarte todo como si nada, me habrías tomado por loco.

—¡Pero dijiste que me amabas! —Grite de forma infantil limpiando el agua de mi rostro — Pudiste haber tenido la confianza de al menos decirme que es lo que eres.

—Lo siento — Dice Thomas apartando la mirada, yo simplemente me acerco dandole una bofetada aún sabiendo que realmente no le haría daño.

Sollozo antes de salir corriendo, comienzo a pensar que tengo una extraña manía con huir de los problemas. Mientras corro lo hago ignorando que el moreno gritaba mi nombre pidiéndome que volviera, quería hacerlo, quería regresar junto a Thomas y abrazarlo buscando tranquilidad luego de todo lo que había vivido estos últimos días, pero estaba cansado mentalmente, necesitaba llegar a un lugar tranquilo en donde no hubieran vampiros ni cosas mágicas, solo quería un poco de normalidad.

EternityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora