𝓪 𝓭𝓲𝓯𝓯𝓮𝓻𝓮𝓷𝓽 𝓴𝓲𝓷𝓭 𝓸𝓯 𝓵𝓸𝓿𝓮 // WANDAVISION

CAPITULO 14 - PARIS

POV' VISION

Tony no estaba tan convencido, pero no quería pelear. Si Tony no aceptaba lo dejaría todo por el bien de Wanda y el mío, pero si aceptaba, esperaba que me apoyara.

—¿París? —Cuestionó Tony

—Podemos ir a cualquier parte, de Francia, no importa si es un lugar pequeño, solo queremos estar juntos.

—Vision, ¿ella está manipulandote? —Dijo sarcástico.

—No, no, ella ni siquiera...

—Estoy bromeando, pero, creo que es arriesgado para ambos.

—Cuidaré de ella.

—No tengo duda sobre eso, solo que no quiero que tú estés allá afuera llamando la atención.

—Siempre podrá localizarme, sigo conectado a FRIDAY.

—Pero, hay algo que sigue sin convencerme.

—Puedo con esto señor Stark.

—¿Y dónde vivirán?

—Pues tenemos planeado mudarnos cada cierto tiempo, nada permanente.

—¿Y cómo lo pagarán?

—No siempre pagamos.

—¿Qué? —Tony parecía sorprendido ante mi confesión.

—No siempre entramos por la entrada principal, algunas veces...

—Vision, a eso es a lo que me refiero con no llamar la atención.

Hubo un silencio entre ambos.

—Bien, pueden hacerlo, pero bajo mis condiciones.

—Muy bien... —No podía creer que Tony había aceptado.

—Vivirán en un pueblo pequeño, nada de París, ni ciudades grandes ni nada por el estilo. Compraré una casa para los dos, no quiero que vuelvan a escabullirse en un hotel sin pagar. —Tony parecía estar muy decidido. —Puede llevarse las cosas que eran de ella del complejo, y cada cierto tiempo puedo mandarte dinero si es que lo necesitas, y por último, tienes que venir al complejo al menos una vez por semana.

—Señor Stark, prometo que saldrá bien.

—Si ocurre algo, alguna falla en nuestro trato o algo más, se acaban las salidas.

—No pasará nada, lo prometo.

—Okay... —Tony me miró un momento y sonrió —Ahora ve a empacar.

Salí corriendo de la oficina de Tony y subí hasta mi habitación, llevaría la mitad de mis cosas. Tony me prestaría un jet para la mudanza de las cosas de Wanda y mías, así que podía llevar todo lo que quisiera.

A la mañana siguiente, Wanda estaba esperándome en el porche de la casa, estaba leyendo y los rayos del débil sol de febrero apenas podían calentarla.

Ella corrio hacia mi, en cuanto me vio bajar del jet, ambos nos besamos. Me había ido un par de días y aunque no me quería apartar de ella jamás, algunas veces era algo que no podíamos controlar. Pero ahora, ya estaríamos juntos siempre, viviríamos juntos y nos casaríamos.

—¿Qué dijo Tony? —Wanda se apartó un poco de mí.

—Dijo que sí... —La cara de Wanda se iluminó con una enorme sonrisa, yo también sonreí y ambos nos abrazamos, ahora empezaríamos nuestra vida juntos.

—¿Entonces, podemos irnos de aquí?

—Sí, él me ha dado las llaves de una casa a dónde estamos mandando las cosas.