𝓪 𝓭𝓲𝓯𝓯𝓮𝓻𝓮𝓷𝓽 𝓴𝓲𝓷𝓭 𝓸𝓯 𝓵𝓸𝓿𝓮 // WANDAVISION

CAPITULO 22 - LAST DANCE

Llegamos a la estación del tren que nos llevaría hasta Escocia. Ambos dentro de la cabina, comenzabamos a sentirnos en casa nuevamente.

El camino era largo, pero sabíamos que miéntras estuviéramos juntos, no importaba si el viaje en tren era de 10 horas, serían las mejores 10 horas al lado de Vision.

Vision puso su cabeza sobre mi hombro y cerro los ojos, mi mente estaba despierta pero estaba perdida en el paisaje de ese lugar, sentía como mi corazón latía desbocado, era como si fuera el mejor momento de mi vida.

Mis ojos se apartaron de la vista cuando Vision se levantó rápidamente de mi hombro, la gema empezó a brillar, pero su brillo parecía como si fuera diferente, ajeno a el.

—Vis, ¿Estás bien? —Sujete su rostro delicadamente para poder ver que era lo que pasaba.

—Si, solo que la gema... —No sabía cómo explicarlo. —Es como si hablara.

—¿Que? —Jamas había pasado eso.

—Pero no logro entender que es lo que quiere. —Tome a Vis, su expresión había cambiado, no sabía si era buena idea seguir o regresar.

—¡Deberiamos regresar!

—No, Wanda, quiero este día junto a ti, no importa que es lo que pida está gema, solo quiero estar contigo.

—Pero me preocupas. —Todo esto era nuevo, jamás había intentado entender a la gema, solo a Vis pero ahora, la gema era quien tenía el control de el.

—Estaré bien, solo si estoy contigo. —Bese a Vision, esto era una locura desde un principio, pero ahora comenzaba a ser arriesgado. Temía por el y por lo que le pudiera pasar.

Seguimos nuestro camino, tal como Vision quería, ambos bajamos del Tren, y caminamos hasta un hotel. Eran ya las 4 de la tarde, habíamos perdido demasiado tiempo, pero estábamos juntos.

Subimos hasta nuestra habitación, estar nuevamente con él, a solas, me hacía sentir que todo era perfecto y que no necesitaba nada más.

Ambos nos quitamos los abrigos y abrimos las ventanas del lugar. Era una habitación diferente a las demás. Está vez no importaba si éramos fugitivos, queríamos sentirnos libres, o al menos fingir que yo lo era.

—Quieres que pidamos algo de comer o que vayamos a comer algún sitio?

—Pidamos a la habitación, quiero estar aquí, contigo.

Vision pidió la comida, y aunque no tardó demasiado, el tiempo parecía no ser suficiente.

Terminamos de comer y ambos, aunque no sabíamos cómo pedirlo, sabíamos que estábamos esperando.
Así que camine hasta donde estaba Vision sentado, tome sus manos, llevandolas hasta mi rostro, estaban frías y aunque no temblaban como la primera vez, sentía como mi corazón se aceleraba.

El me tocaba como si fuera lo más delicado del mundo, y aunque no fueramos lo más delicado que existía, el si era lo más importante y especial que tenía. Puse sus labios con los míos, besándolo suavemente, el tomo mi rostro con ambas manos, comenzamos una danza con nuestros cuerpos, nuestros labios y nuestro amor. Sus manos comenzaron a bajar por mi pecho, recorriendo mi espalda y jugando con ella, haciéndome sentir un pequeño escalofrío.

Me senté en el regazo de Vis, mis pies a penas podían tocar el suelo, ya que el se encontraba sentado aún en la silla que estaba en la mesa donde habíamos terminado de comer. Pero el me sujetaba firmemente llevándome hacia el.
Sus labios se alejarnos de los míos, pero solo para poder empezar a besar mi cuello y llegar hasta mis pechos.

Desabotonaba su camisa mientras el me quitaba la ropa lentamente. Está vez, sus movimientos no eran salvajes, eran más bien delicados y suaves. Su mano tomaba uno de mis pechos, haciendo un pequeño masaje que me hacía sentir demasiado exitada, mientras la otra no dejaba de sujetarme.