Capítulo 2

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Despedí a Alexa en la puerta y fui caminando a mi clase, saludé a Jake que se encontraba saliendo de la oficina de George.

—Hey, ¿Qué haces aquí? —pregunté

—Cosas de nuevos, justo te iba a buscar, George quiere hablar contigo —entrecerré los ojos, asentí extrañada y abrí la puerta.

—¿Quería verme?

—Sí, siéntate por favor —me senté esperando a que continuara —Tengo que decirte algo que quizás no te guste.

—¿Qué pasa?

—Mira —me tendió unas hojas con diversas fotos de castillos parecidos a esta academia —En el mundo existen seis academias iguales a esta, por decirlo así, esta era la más segura, pero el ataque que tuvimos hace unos días nos ha hecho reforzar aún más la seguridad -se acercó a mí y me enseñó una foto de otra academia —Esta es St. Okard, está en Canadá y fue gravemente atacada, ni se compara con el ataque que tuvimos —asentí sin entender, ¿Por qué me está contando esto? —No saben aún si fue un ataque por parte de las criaturas oscuras, pero me pidieron que acogiera a todos los alumnos que sobrevivieron para mantenerlos a salvo.

—Disculpe, pero ¿Por qué me dice todo esto?

—Como acogeremos a nuevos alumnos, necesitaremos a más tutores, pues no damos abasto. Aquí viene la parte que probablemente no te gustará. Necesitaré que seas la tutora de uno de ellos. —¿QUÉ? Abrí los ojos.

—¿Perdón? ¿Qué dijo?

—Sé que Christian te entrenó bien, lo único que tienes que hacer es enseñarle todo lo que sabes al chico, esto contaría como tu último año de entrenamiento, claro que si necesitas mejorar en algo, puedes tener horas extras.

—¿Y se puede saber quién me tocó?

—Es un nuevo alumno —me entregó una carpeta, la cogí y abrí —Jeremy Collins —dijo mientras leía su información.

—Aquí dice que tiene 19 años, ¿No debería ser ya un guardián o cazador? — pregunté.

—Ese es el problema — se acomodó en su asiento —Estuve leyendo su expediente y tuvo un accidente a sus 14 años, solo sobrevivió él y su hermana de 12 en ese entonces, perdió la memoria y ambos tuvieron que hacer terapias por un tiempo, a pesar de perder un año, lograron recordar varias cosas y pudieron continuar con sus estudios —me sorprendía ante lo que había dicho —Ambos tienen una personalidad muy introvertida y por lo que sé, no son fáciles de tratar, por eso te pido ayuda.

—Puedo ver que usted sabe mucho acerca de ellos.

Suspiró —Tienes la razón, lamentablemente su caso fue informado a todos los directores de las academias debido a la muerte de sus padres —suspiró lentamente mientras cogía una mascarilla —¿Puedo contar contigo? Sé que no es una tarea fácil, pero no dudo de tu capacidad —suspiré por un rato, tendría que hacerme cargo de un chico, cuando ni siquiera yo podía conmigo. Finalmente asentí —Gracias, Olivia. No estarás sola, si necesitas algo, puedes comunicarlo — volví a asentir y salí con la carpeta en mis manos.

Perfecto, sería tutora de un chico problemas y es lo que menos quiero ahora. Seguí revisando su expediente hasta que observé su foto, daba miedo, tenía su cabello negro despeinado con cada punta en direcciones diferentes, se notaba en sus ojos lo dolido que estaba. Pero también mostraba odio, ira, todo en una sola mirada.

Cerré la carpeta guardándola en mi mochila, recordando que olvidé preguntarle a George cuándo llegarían todos los nuevos.

—¡Olivia! —escuché la voz de Jake a lo lejos —¡Hey! Me dejaste solo en historia, ¿Qué fue lo que te dijo George? —caminé hacia mi taquilla.

—¿En serio quieres que te cuente? —lo miré, él asintió sonriendo —Creo que me acabo de meter en un lío —guardé mis cosas y cerré la puerta dirigiéndome a mi siguiente clase junto a Jake.



~<~

—Oye, ¿Qué tipo de sangre eres?

—¿Disculpa?

—¿Qué?, ¿No me lo vas a decir?

—Obvio, no.

—Qué aguada —dejé de molestar a la chica a mi lado y puse atención en clases, en realidad solo quería distraerme un poco así que decidí preguntarle a mi compañera de escritorio para molestarla.

¿En qué cabeza? Claro que se iba a asustar, ¿Por qué no puedo ser normal?.

—Señorita BlackWhistle, ¿Está aburrida acaso? —miré al nuevo maestro de Magia Avanzada.

—Pues para qué mentirle ¿No? —él asintió, pues podía leer mi mente —Sí, estoy aburrida —admití, el maestro me señaló la salida y yo asentí.

Hoy me tomaría la noche libre.

Esperé a que todos salieran de clases para ir por un chocolate caliente.

Cuando por fin los vi, dejé caer la roca que estaba haciendo flotar y corrí hacia ellos —¡Al fin! Tengo casi dos horas esperándolos —me abrigué más mientras caminaba junto a ellos.

—Acabamos de salir, no es culpa que hoy te haya cogido el ataque de honestidad y te botaran de clases —Jake me puso un brazo encima sonriendo.

—Da igual, ¡Muero de frío! —estornudé, entramos al local y pude sentir la calefacción.

¡Esto es vida!

Pedimos cuatro chocolates calientes y un muffin. La mesera lo anotó y se fue enseguida. Ahora que lo pienso, fue una excelente idea poner estos locales dentro de la academia.

—Oigan, ¿Ya saben la última? —mi hermano llamó mi atención.

—Y después dicen que las mujeres son más chismosas... —habló Lynn haciéndome reír.

—Haré como que no dijiste nada —la miró mal y luego se acercó al centro —Vendrán chicos de otra academia —soltó.

—¿Otra academia? —habló Jake —¿Existen más? Cada vez siento que conozco menos del mundo.

—¿Crees saber algo? —Lynn lo miró mal —Hace menos de dos meses tú y yo éramos personas normales, ahora somos vampiros y nuestra mejor amiga es hasta híbrida. Ya nada me sorprende.

—Todos pasamos por eso —dijo mi hermano, recordando la noche en que llegamos aquí —Me parece divertido y ¿Saben? Seré tutor de alguien —comenzó a hacer muecas ridículas de superioridad.

—¿Tutor? —ambos preguntaron.

—Yo también —hablé.

—¿Y ya sabes de quién? —asentí mientras cogía mi chocolate y los demás me imitaban.

—Se llama Jeremy —rodeé los ojos.

—¿Jeremy Collins? —asentí, extrañada ¿Lo conocía? —Me hablaron de él hace un rato, hermanita, debes tener cuidado —lo miré extrañada.

—No sé en qué pensaba George cuando me eligió para esto, pero supongo que daré mi mejor esfuerzo —terminé el último sorbo.

—Lo sé — me sonrió —A mí me tocó una chica que está ufff — Lynn y yo hicimos una mueca —Se llama Deborah.

—A nadie le interesa, cochino —hablé, él me sacó la lengua y siguió hablando de lo buena que estaba la chica.

Luego de un rato todos nos acabamos los chocolates y nos fuimos a nuestras habitaciones mientras nos congelábamos.

Hermanita, debes tener cuidado.

¿Tan malo será ese chico?, me preguntaba mientras me cambiaba de ropa para dormir.

—Habrá que ver —susurré antes de caer profundamente dormida.

Night Of Blood © (Un encuentro con el pasado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora