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Cuando por fin llegó a la puerta de su casa, Niki pudo notar que las luces estaban encendidas

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Cuando por fin llegó a la puerta de su casa, Niki pudo notar que las luces estaban encendidas. Pensó que quizás su madre había despertado y se dio cuenta de que había escapado. Una parte de él realmente anhelaba que su madre se encontrara preocupada por él y que sintiera alivio al ver que regresó sano y salvo de lo que pudo ser su última noche con vida. 

Se acercó a la puerta con lentitud, para después abrir el seguro y entrar a casa, caminó hacia la sala y ahí estaba ella. Solo que...estaba completamente dormida en el sillón, y a su lado tenía una botella de vino vacía hasta la mitad. El de cabello castaño suspiró decepcionado, había pasado tantas veces que cada vez dolía menos ver ese tipo de escenas.

 Se acercó hasta su madre inconsciente para poder cubrirla con una frazada que, afortunadamente, se encontraba cerca de ella. Apagó la luz de la sala y le dio una última mirada a su mamá antes de subir las escaleras.  

—Hijo...lo siento mucho.— murmuró en sus sueños la mujer— Perdón por ser una madre tan caótica ahora mismo.

Niki no respondió, simplemente se mordió el labio y caminó en silencio hacia su habitación. Se quitó la chaqueta y estaba por lanzarla sobre su cama, hasta que sintió un olor extraño provenir de ella.

"¿Acaso huele a lavanda?" pensó confundido, sosteniendo cuidadosamente la prenda. 

Un escalofrío atravesó al recordar la razón de aquel singular aroma. 

"El perfume de Sunoo debió impregnarse al momento de forcejar en el suelo."

Las imágenes de lo que estuvo por hacer en aquella autopista regresaron de golpe a su memoria, haciéndolo pensar en qué hubiera pasado si ese chico extraño no pasaba por ahí en ese momento. 

Sunoo había evitado que Niki acabara con su vida en un momento lleno de desesperación. Pero... incluso si lo había salvado de morir...el dolor seguía ahí. 

Y parecía que nunca se iría. 

La escuela era terrible, como todos los días sin excepción

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La escuela era terrible, como todos los días sin excepción. Especialmente porque tenía que fingir que todo estaba "mejorando" en su vida cuando claramente no era así. Aunque los últimos días no le echaba demasiadas ganas a eso de fingir, incluso podría decirse que ya todo le daba igual. 

TIME ➳ | SunKi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora