Capítulo 4: Entre dibujos y letras

7 0 0
                                    


Alex

Antes de salir del vagón me di cuenta que ella había escrito algo, al verlo no pude evitar sonreír.


Nayeli

Al llegar a casa intentaba asimilar todo lo que había pasado, por alguna razón había vuelto a encontrarme con Alex y preferí ver sus dibujos a leer mi libro —nadie había logrado eso—, por alguna razón quería seguir encontrándomelo de esa forma, era algo tan extraño que incluso me gustaba —la forma en que nos veíamos, no Alex...creo—, y antes de que me sumergiera más en mis pensamientos, Alice me salvo de quedar atrapada entre ellos.

Alice

Naye, Odín y los demás chicos nos invitaron a salir, ¿vienes?

Lo último que quería era volver a perder un día libre pensando en aquel chico, bueno pensando en Alex, sin embargo, tampoco me agradaba la idea de ir con Alice, no porque no me gustaran las fiestas, sino porque quería un tiempo para mi sola. Aunque también debía admitir que Alice y yo teníamos pocas en común, a tal grado que podía parecer increíble que nos lleváramos tan bien. Mientras yo suelo ser un poco más reservada o tranquila —aunque dudo que Alex piense eso—, Alice es más hiperactiva y amigable, mientras ella prefiere ir de fiesta a un antro toda la noche o hasta que se canse, yo prefiero quedarme en casa leyendo un buen libro o disfrutando alguna serie, mientras yo prefiero que mis citas sean sencillas, ella prefiere que sean grandes y en lugares elegantes. Prácticamente en casi todo éramos opuestas.

Pero aun así nos volvimos muy buenas amigas cuando descubrimos que teníamos algo en común: un amor incondicional al teatro. Desde que descubrimos ese gusto en común somos muy buenas amigas.

Naye.

No puedo Alice, perdón.

Alice

¿Qué?, ¿Por qué?, ¿acaso tienes una cita con algún novio que tienes en secreto?

Naye

¿Qué?, ¡no!

Alice

Espera, deja te marco

Naye

No, espera

Y de esa forma, como si mis palabras no tuvieran valor, Alice me llamo inmediatamente mientras yo dudaba seriamente si contestar la llamada o no. Pero a final de cuentas es mi mejor amiga y no tenía otra opción.

— ¿Entonces ahora tienes un novio secreto?, ¿o fue un día difícil?

—No tengo ningún novio secreto.

— ¿Entonces si fue un mal día?

—Fue un día peculiar.

— ¿Volviste a encontrarte con el vago?

—Ya te dije que no es ningún vago— respondí.

— ¿Él es tu novio secreto? —pregunto asombrada.

—No, solo lo volví a ver, él estaba dibujando, se cayeron algunos dibujos suyos y yo se los regrese, él me dijo su nombre y yo le escribí el mío, platicamos y casi nos besamos...— dije rápidamente resumiendo todo lo que había pasado antes de que Alice me interrumpiera.

—Alto, creo que escuche mal, ¿casi se besan? — pregunto Alice aún más asombrada.

—Si... bueno si, prácticamente estábamos a unos centímetros de besarnos.

La última estaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora