Capítulo 8: Un día largo

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Nayeli

Por alguna razón quería abrir su carta lo más pronto posible, pero que él no quisiera que las abriéramos en ese momento era algo que me lo impedía, incluso pensé en bajarme en la siguiente estación solo para leerla, aun con el tiempo más que exacto y con todo que perder, yo quería detenerme solo por él.


Alex

Rápidamente me arrepentí de lo que había dicho, enserio quería leer su carta, pero no quería que ella leyera la mía.


Nayeli.

— ¿Te parece bien si mañana intercambiamos números? — dije en un tonto intento para que él creyera que yo no me había arrepentido—. Así podremos comunicarnos más seguido, y compartir ideas sobre el comic.

—Claro, no sé cuánto más durarían los sobres en mi mochila si no nos vemos tan seguido.

Perfecto, había accedido nuevamente sin tantos problemas, pero dudo que me dejara leer su carta por más que ceda a unas cuantas peticiones mías. Para eso tendría que esperar un poco más, pero estaba segura que valdría la pena.

El resto del camino le conté a Alex mi aventura en la mañana —omitiendo que después iría con Odín, aunque en si no somos nada y tampoco Odín—, me di cuenta que él está acostumbrado a que eso pase, aunque claro, solo a ir con el tiempo exacto, no sabía muy bien como tomar eso. Pero lo tome como algo bueno, a final de cuentas se había abierto conmigo, dudo que los chicos digan siempre lo malo para intentar impresionar a alguien, claro, a menos que no quiera impresionarme, pero me quedo con la primera opción.

Como de costumbre el tiempo al lado Alex parecía ir más rápido, solo me dio tiempo de contarle mi travesía y bromear un poco, hasta que llegue a mi destino. Nuevamente no quería bajarme, pero al mismo tiempo quería irme corriendo, tanto para llegar a tiempo, como para leer su carta.

Así que solo me despedí de él y volví a despeinarlo un poco mientras él solo me miraba mientras el tren seguía su rumbo, una vez se fue de mi vista, corrí lo más rápido para llegar a tiempo. Al llegar al teatro Alice estaba bromeando con los demás chicos intentando ganar tiempo.

—Me debes una — dijo Alice después que comenzaron los ensayos—. Aunque es extraño que tú llegues tarde, normalmente es al revés, ¿de nuevo Alex?

—En parte, pero la verdad es que me quedé dormida— respondí mientras tomaba uno de los libretos para ver que los ensayos habían valido la pena—.Al rato iremos con Odín, pero él debe llevar un amigo.

—Al fin te decidiste a darle una oportunidad.

—Ya te dije que él no me había invitado, esta es la primera vez que lo hace, aunque creo que cierta persona le sugirió la idea.

—Quizás sea así, pero él también tiene derecho a ser tímido, no solo Alex es así.

—Pero Alex lo hace más fácil de ver.

—Si tú lo dices— dijo con esa clásica sonrisa que tiene cuando oculta algo—. Bueno, vengo, ya será mi turno y la directora es una chica muy estricta que para colmo llega tarde.

—También te quiero Alice.

En cuanto Alice se fue, abrí el sobre de Alex, esperando que la carta no estuviera tan maltratada, ya que si lo estaba tendría que esperarme a casa para usar mis dotes de restauradora. Por fortuna no fue así, pero al abrir el sobre la hoja en blanco solo estaba con los bordes maltratados, nada que dificultara su lectura. La carta decía:

La última estaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora