❝ homofobia ❞ [Kooktae]

SEIS

Un beso, en realidad era un beso.

TAEHYUNG Y EL SE ESTABAN BESANDO.

Apártate.

No.

Quítate de ahí.

No, continúa.

Ese era Jungkook debatiéndose internamente. 

Se separó un poco, tomando aire, teniendo sus frentes juntas, temblando por el frío o nervios, no lo sabía. Sus manos tímidas se acercaron a las caderas de Taehyung, presionando con sus dedos la piel aún cubierta por sus mojadas prendas. De igual manera, las manos de Tae subieron lentamente por sus fuertes brazos, llegando a sus bíceps y ahí se detuvieron.

Volvieron a besarse, esta vez profundizando el beso, acercando sus caderas.

¿Era un sueño? No, no lo era.

No era otra de sus fantasías de adolescente hormonal, era real, el estaba probando aquellos labios con los que fantaseaba desde hace un par de años, estaba degustando su sabor y textura, sintiendo como el calor de su cuerpo subía, y sus mejillas eran espolvoreadas de carmín. Su corazón acelerado, sus piernas temblando, y su creciente erección lo volvía loco. Pegó ambas caderas, en busca de un poco de fricción con el contrario, la cual recibió, pues Taehyung estaba en las mismas condiciones.

No les importaba estar en medio de la piscina, besándose como si su vida dependiera de ello, mientras que sus amigos dormían en las demás habitaciones, ni siquiera que pudieran pescar un resfriado por el frío de la noche, no les importaba nada.

Era una sensación nueva para ambos, tantos labios que rozó Taehyung y ninguno se pudo comparar con los de Jungkook. Por su parte, Jungkook se sentía bien, los labios contrarios eran más suaves de lo que imaginó, y prefería mil veces estar aferrado al semi musculoso cuerpo de Tae, que al pequeño y delgado de Soohyun.

Estaba soñando despierto. Por que así era, un sueño, un sueño del que no iba a despertar, no quería hacerlo.

Las manos picantes de Taehyung , subieron de sus brazos a su pecho, y de ahí a su cuello, en donde se aferró. Jungkook hizo lo mismo, lo pegó a él sintiendo tu fina cintura y el color a miel con coco que tanto le gustaba.

Estaban demasiado duros ahí abajo, y Jungkook entraba en pánico.

Pudo haber sido la cerveza que tomó, lo que ayudó a aventarse a la alberca, lo que le dió el valor en enrollar sus brazos en su cintura y tocar ese trasero que observaba en secreto. Lo que le dió el valor para mantenerse ahí en la piscina, besando de la manera más sensual a Kim Taehyung.

Sus lenguas danzaban eróticamente juntas, y sus labios eran mordisqueados de vez en cuando. Si tan solo...

Sintió la traviesa mano del menor, bajar por su abdomen, levantando sutilmente su playera, esa acción hizo que mil escalofríos atacaran su cuerpo, y apretó sus glúteos en sus manos, haciendo que Tae gimiera por lo bajo.

No.

¿Que estaba haciendo?

Cortó el beso, respirando pesadamente. Miró los labios ajenos, rojos e hinchados, debido a los mordiscos dados de vez en cuando.

Malo.

Malo.

Malo.

Malo.

Detente.

Apartó el delgado cuerpo de Taehyung de manera brusca, empujándolo. Su cuerpo se estremeció, sintiendo asco, repulsión. Su cara fue evidente, pues tae rápido intentó acercarse, pero fue detenido.