❝ homofobia ❞ [Kooktae]

DOCE

La lluvia arreciaba cada vez más, por suerte ya había legado a su casa. Dejando los zapatos en la entrada, y su paraguas en el perchero junto a sus llaves.

Namjoon lo había invitado a tomar un café, donde se terminó desahogando de todos sus males. A causa de eso, había terminado con sus ojos rojizos y un poco hinchados, al igual que sus mejillas y nariz seguían teñidas de poco carmín.

— Ya vine — dijo, quitándose la sudadera húmeda, tirándola en el sillón.

Caminó un poco, hasta que vió a la persona que no deseaba ver. Sintió como su corazón se aceleraba, sus manos sudaban, y su respiración se volvía irregular. Ver a esa mujer ahí sentada, con una cerveza en la mano, mientras leía una revista, lo dejó intranquilo.

— ¿qué hace aquí? — preguntó, llamando la atención de la pelinegra, que se levantó, dejando la cerveza en la mesa, caminando hasta su hijo. — ¿Y mi padre?

— JiMin...— Sonrió, mirando su rostro, poniéndose frente a él, mirando como era muchísimo más alto que ella. — Que grande estas, hijo...— intentó acariciar su rostro, pero fue detenido por la mano de JiMin, que la alejó de su rostro.

— Le hice una pregunta, ¿dónde está mi padre?

— El fue a comprar unas cosas, en un rato vendrá. — respondió, alejando su mano del rostro contrario, sin dejar de mirar a la cara al rubio.

— ¿qué es lo que hace aquí? — volvió a preguntar con frialdad, alejándose de ella, para ir a la cocina, en donde iba a tomar un vaso de agua. Quería calmar su corazón.

— Bueno, en realidad quería hablar con ustedes...— se dirigió al comedor, sentándose.— Siéntate, por favor.

— Yo no tengo nada de que hablar con usted. Lo que usted y mi padre tengan que arreglar, no me interesa. — intentó alejarse, pero su madre lo tomó de la mano, jalándolo para que la mirase.

— Jiminie...Hijo, por favor, quiero hablar contigo. — El rubio suspiró, dudando si  acercarse y hablar con su progenitora, o simplemente irse a su habitación y no saber más de esa mujer. Aceptó, sentándose a su lado en la silla, apartando su mano de ella.— Hijo, yo...quería hablar con ustedes. Es sobre ti.

— ¿de mi? — frunció su ceño, mirando a su madre asentir con la cabeza. No sabía que le diría, o cualquier cosa que pasara, eso le asustaba.

— JiMin, quiero que te vengas a vivir conmigo a China. Sé que te dije que nos fuéramos a Busan...pero surgieron unas cosas. — los ojos de JiMin se abrieron como platos. ¿Que quería decir su madre? — Déjame decirte por que...

JiMin asintió, y su madre suspiró.

— Conocí a un hombre. — JiMin se tensó, sabiendo a que se refería la mayor. — El me propuso ir a vivir con el a China, el tiene mucho dinero, y me dijo que estaría encantado de conocerte.

— ¿Que? ¿Que le hace pensar que de un día a otro le diré que me voy con usted a otro país? ¿Y dejar a mi padre solo? Yo le dije que me iría a Busan, pero ir a china es diferente. — preguntó, negando con su cabeza. No iba a aceptar irse con la mujer que lo abandonó cuando era solo un niño, y menos con su amante.

— JiMin, solo escúchame. Esto te beneficiará a ti, puedes estudiar la universidad en China, con ayuda y la influencia que tiene mi novio podrías tener un lugar en una buena universidad. — lo miró. — También hablé con tu padre. Él está de acuerdo con que te vayas conmigo, es por tu futuro.

— ¿qué pasará con el?

— El vendrá con nosotros a penas logre su jubilación...— Y JiMin lo pensó...