☀︎♫︎𝓙𝓮𝓪𝓵𝓾𝓸𝓼☀︎︎♡︎ʰʸᵘⁿⁱⁿ☂︎

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Hyunjin traía con el dos paletas cremosas de helado de melón, de las favoritas de su menor y de el. Tenía ganas de pasar un lindo rato con ese pequeño chico castaño de hermosos ojos, se sentía un poco triste pero siempre pasar tiempo con su mejor amigo lo reconfortaba.

Porque sí, Hyunjin y Jeongin eran como hermanos, el rubio solía repetir que su pequeño Innie era como el hermano menor que nunca tuvo y cuanto le quería. Cuanto mucho lo quería y amaba.

Entró a la cocina y se encontró a su pequeño Jeongin jugando cartas con Bangchan.

-Hyung!!! Pero yo le ganeeee! No se valeeee!- Se quejaba el castaño mientras que su Hyung solo reía victorioso.

-Ganaste esta ronda Innie, pero yo gane las 5 pasadas- Chan reía tanto que sus ojos habían desaparecido prácticamente, el mayor siempre tuvo un hermoso eye smile, cosa que le gustaba mucho al tierno Innie.

Jeongin estaba algo tímido frente a su mayor, el color rojizo en su mejillas era notorio y Hyunjin lo sabía. Siempre era lo mismo, su pequeño zorrito siempre solía sonrojarse cuando estaba junto a su Hyung, aunque este negará por completo ese hecho.

El rubio suspiró y se adentro a la cocina para meter los helados que tenía planeado compartir con el menor más tarde, una vez que Chan se hubiese ido.

Ni uno de los otros dos se percató de la presencia del más alto (o tal vez solo lo ignoraron) así que siguieron en su mundo, por otro lado, Hyunjin solo los veia desde lejos.

-Vamos Innie, tienes que cumplir mi petición ¡Tu fuiste el que puso esa regla!-

-Esta bien Hyung!- lastimo -¿Que quiere que haga?-

Hyunjin había dejado de oir la conversación y en vez puso su completa atención en el pequeño puchero del menor, no saben cuánto ama Hyunjin las tiernas expresiones de aquel niño castaño.

-Ageyo! Nuestro Innie tiene que hacer ageyo!- dijo el australiano victorioso.

La cara de Jeongin parecía un tomatito, tan sonrojado y tan bonito.

-Yo... ¿En serio t-tengo que hacerlo Hyung?- soltó tímidamente con la esperanza de que quizás su mayor le diera una segunda opción. Pero este solo negó con su cabeza.

En unos momentos el estómago de Hyunjin comienzo a doler como el infierno, era como si millones de mariposas volarán en su interior, sentía su cara arder al ver a su pequeño zorrito actuar de esa hermosa manera. No era la primera vez que eso susedia, en si era un sensación tan cotidiana que se volvió parte de su día a día, la sensación de mariposas volando cada que Jeongin solo existía.

-CUTEEEE!! Como puede nuestro Innie ser tan lindo?!!- dijo Bangchan mientras tomaba las rojas mejillas del pequeño y le daba algunos mimos, haciendo que este se pusiera cada vez más nervioso y sonrojado.

-H-hyung ya b-basta!-

Pero todo esa alegría se detuvo cuando un molesto gruñido se escuchó en la cocina, junto con un leve golpe al refrigerador. Hwang Hyunjin, estaba ahí, viendolo todo, pero algo diferente paso, algo le estaba comenzando a molestar.

-¿Hyunjin? ¿Qué pasó?- Chris pregunto al más alto, deteniendo los mimos que le daba a Jeongin.

El rubio notó como sus dos amigos le miraban, uno confundido por su acción y el otro, aún algo sonrojado, viendolo de la misma forma. Estaba atrapado, no sabía porque había hecho eso, y su corazón comenzó a latir tan fuerte que juraría que Jisung pudo oirlo desde su habitación.

-Yo...- un nudo en su garganta le impedía sacar su voz.

"Corre, corre ahora"

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