CAPÍTULO 11

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Eran pasada las diez de la mañana y en la recámara del matrimonio Montero aún estaban acostados Paula y Rogelio, no era justamente por lo cansados que se encontraban, más bien no querían separarse. A pesar de que no hablaban, todo lo que querían decirse lo hacían por medio de caricias y besos. Después de tantos años de sentirse dichosos, ahora ambos tenían miedo de alejarse. Por eso acordaron quedarse ahí hasta tarde y recuperar un poco de tranquilidad, aunque en la mente de los dos, lo que más querían evitar, era a sus tres invitados.

En el comedor, los susodichos estaban terminando el desayuno, Jennifer y Alejandro platicaban, Laura solo los escuchaba.

Jennifer: Cómo que se les pegaron las sábanas a nuestros socios, (suspirando), ¡Cómo envidio a Ana!

Alejandro: ¿Por qué la envidias?

Jennifer: ¿Cómo que por qué?, por su marido, aunque tú debes envidiar a Rogelio ¿o me equivoco?

Alejandro: Ana Paula es una mujer muy guapa, pero no es mi tipo, lo que si le envidio a Rogelio es que no está solo.

Jennifer: What?, creí que te encantaba Ana, casi podía jurarlo, y ahora me sales con esto.

Alejandro: Me agrada mucho, y no te niego que me gusta, pero su carácter es muy fuerte y yo soy un poco más tranquilo.

Laura: (decidiendo hablar), ¿Entonces por qué estás tan cerca de ella?, no sabes que eso lo puede malinterpretar Rogelio.

Alejandro: (mirándola fijamente), Estoy por el mismo motivo por el que tú estás con él, aún sabiendo eso pero de Ana Paula.

Jennifer: Oigan muchachos, ya les dije que sus miraditas me ponen tensa, mejor cambiamos de tema.

Alejandro: (levantándose), Me disculpo pero yo tengo que ir al pueblo, si Rogelio pregunta por mí díganle que estaré aquí en la tarde, hasta luego.

Alejandro sale del comedor y por un momento ninguna de las dos dice nada. Laura le indica a Jennifer que se retiren a la terraza para evitar que alguien pueda oírlas.

Jennifer: El abogadito está sacando las uñas poco a poco, ¿sabrá los motivos por los que buscaste a Rogelio?

Laura: No creo, solo está tanteando el terreno para ver que puede obtener, así que vigílalo más de cerca.

Jennifer: ¿Y tú que vas a hacer?

Laura: Preparar lo necesario para intentar llegar a un acuerdo con él.

Después de terminar con su plática, Laura decide ir a distraerse a unos de los poblados cercanos, llevándose también a Jennifer (aunque ésta no quería).

Terminal de camiones de San Gabriel.

Una de las personas más queridas por Paula, desciende del camión. Dany tenía más de dos años de no visitar el pueblo, había decidido no establecerse en ese sitio hasta estar completamente liberada del recuerdo del amor de su vida, afortunadamente el tiempo le ayudó a sanar y ahora se sentía con la fuerza de regresar para buscar finalmente un lugar cerca de sus amigos a quienes extrañaba mucho y tal vez darse una nueva oportunidad de enamorarse.

Clínica de San Gabriel.

Ernesto se había convertido en padre de un risueño niño, esporádicamente visitaba la Hacienda porque el trabajo en la clínica era cada vez mayor, ya que no solo iban personas del pueblo de San Gabriel, sino de otros lugares aledaños, esto debido a que el gran trabajo de su socio Rogelio y de él mismo, hicieron de la pequeña clínica una de las más provistas de equipos médicos para casi cualquier tratamiento. Mercedes su mujer, también continuaba ayudándole, su carácter se había suavizado un poco gracias a su hijo, con todo el mundo era muy amigable, pero con Rogelio simplemente nunca podría llevarse, aunque tenía un trato cordial por la sociedad con su esposo.

LQNP: HISTORIA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora