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Capítulo 3: Academia Waterhouse.

El resto del viaje en auto fue espantoso. En circunstancias normales, a Stiles le hubiera encantado la idea de abandonar su pueblo en un cálido día como ese, pero dadas las circunstancias alejarse de él, que implicaba alejarse de sus padres, era lo que menos deseaba.

A medida que las bulliciosas calles de Beacon Hills quedaban atrás, cediendo el paso a onduladas campiñas salpicadas de ganado y ovejas que dormitaban al sol, un sentimiento de soledad lo invadió. Por otra parte, tampoco en el coche reinaba un ambiente muy alegre que digamos. Scott se encontraba jugando en su móvil y Melissa estaba concentrada en la carretera mientras se aferraba al mapa.

Acurrucado en el asiento de copiloto, Stiles se moría de aburrimiento.

"¿Por qué no se compra un GPS como todo el mundo?" Se había formulado para sí mismo aquella pregunta varias veces durante todo el viaje.

No habían llegado a decirle en dónde estaba el colegio, y los nombres de los desvíos pasaban zumbando. En cierto momento abandonaron la autopista y empezaron a circular por rocosas y onduladas carreteras secundarias, rodeadas por altos pinos que le tapaban la visibilidad a su paso por los pueblos. Por fin, dos horas después, tomaron un tortuoso camino de tierra. A paso lento, se internaron en un frondoso bosque, donde lo único que reinaba era el frescor y el silencio. Tras varios minutos de esquivar baches, llegaron a una alta verja de hierro.

Se detuvieron. Solo turbaba el silencio el bajo murmullo del motor. Durante un largo minuto, se limitaron a esperar.

-¿No tienes que tocar el claxon o algo por el estilo? -susurró Stiles, que observaba aquella imponente verja marrón internarse en los bosques hasta donde se perdía la vista.

-No. -Melissa también murmuraba. -Debe de haber alguna de esas cosas tecnológicas o algo así. Cuando llegan visitantes, lo advierten. Supongo que solo hay que esperar a...

Las verjas temblaron para poco tiempo después abrirse hacia dentro con un sordo sonido metálico. Al otro lado, el bosque se perdía bajo los pocos rayos de sol que se colaban por los densos árboles.

Stiles se quedó mirando las sombras que se cernían ante él.

-Bienvenidos a su nuevo colegio chicos, la academia Waterhouse. Bienvenidos a su nueva vida. -silvó Melissa mientras dejaba el mapa en el salpicadero.

Mientras las puertas completaban el movimiento de apertura, contó los latidos de su corazón.

"Bum-bum. Bum-bum..." Doce latidos antes de que el camino se abriera ante ellos. El corazón le latía con tanta fuerza que sintió a Scott posar su mano en su hombro para intentar tranquilizarlo. Era obvio que lo oía, sin embargo, sólo lo vió aguardar pacientemente mientras Melissa tamborileaba el volante con sus dedos.

Veintiún latidos y las puertas se abrieron por completo con un gran estruendo.

En el coche, Melissa metió primera.
Volvían a avanzar.

Al notar un nudo en la garganta, Stiles se concentró en la respiración. Lo último que quería era sufrir un ataque de pánico en aquel instante y contar le ayudaba bastante. Por desgracia, no lograba ahuyentar el mal presentimiento que le embargaba por dentro.

"No te pongas nervioso, Stiles. Sólo es un colegio, relájate." Funcionó, su respiración se relajó una pizca.

Melissa guió el automóvil por una fina carretera que se internaba en la mitad del bosque. En comparación con el deteriorado camino que dejaban atrás, este se veía más cuidado y bien conservado.

Waterhouse Academy | SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora