Soñando el mismo sueño

Capítulo V - Casa nueva

Carretera, carretera, carretera... ¿Hola? ¿Dónde está la humanidad? Ya hasta empiezan a repetirse las canciones del reproductor. Qué aburrimiento, ahora me arrepiento de mi elección. Todo por culpa de una pequeña discusión. Si no fuera por eso, yo no estaría en este coche, camino de Valencia, sin Lucas, ni mi madre. ¿Por qué tuvimos que pelear por qué tipo de libro es el mejor? Si no fuera por eso, yo aún estaría con Lu. No veía nada... ¿qué pasaba? Se me cerraban los ojos... Caí en un profundo sueño.

___

- Bea, deberías despertarte. Ya hemos llegado.

Mis párapados se resistían a la luz del fuerte sol de Valencia, pero aún así me desperté. Lentamente. Muy lentamente. La ciudad estaba gustándome. Me preguntaba dónde viviría, dónde estudiaría, y si encontraría el amor, como en esos libros en que la protagonista se muda y conoce a su amor verdadero... Bea, piensa, esto es la vida real, no un libro.

- ¿Quieres saber dónde viviremos?

- ¡Claro! - dije fallando en mi intento de contener los nervios.

- Ahí - contestó señalando una casa vieja, pequeña y ruinosa.

- ¿En serio, papá? ¿No podrías haber elegido algo peor?

Estaba enfadada. Íbamos a vivir en una asquerosa casa enana y vieja, habiendo pisos libres en los edificios altos y nuevos. Supongo que no todo puede salir bien, ¿no?

- Que va, jajaja, es broma. Era para ver lo que decías. Viviremos en ese edificio - señaló uno al lado de la vieja casa - en el piso 8.

Bea, aprende a esperar respuestas antes de hablar. Era el edificio más alto de la zona. Estaba desde abajo, hasta arriba cubierto de cristaleras.

- Por favor papá, dime que nuestra casa tiene la terraza en la cristalera.

- Claro.

Era la persona mas feliz del mundo. Íbamos a vivir en una casa con una gran cristalera como terraza, tan arriba que la gente no podrá ver si estoy en la terraza en pijama o con el mejor vestido. Igual habría algún vecino de mi edad... o igual no.