Prologo

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Madara Uchiha, líder del poderoso clan Uchiha, era un hombre orgulloso y arrogante, sin ningún sentimiento de amor, mas que a sus propios familiares. Nunca considero la posibilidad de casarse ni formar una familia, a pesar de estar arriba de los treintas...Para él, las mujeres en su vida eran sus concubinas, con las que mantenía encuentros sexuales cuando los necesitaba, pero fuera de eso, no tenía ningún interés romántico por nadie, pues pensaba que ese detalle, debilitaba a los hombres, como era el caso de sus sobrinos, los cuales dos de ellos ya estaban con esposas e hijos, haciendo que se volvieran débiles, según su punto de vista.

Toda su vida cambio, el día en que su cuñado y los miembros del consejo, lo incitaron a formar un acuerdo matrimonial con la primogénita del clan Hyuga, el mismo clan que se encargó de darle muerte a muchos Uchihas en las batallas que liberaban cuando se llegaban a encontrar. Claro que también los Uchihas se habían encargado de mandar al infierno, a muchos de ellos.

Ambos clanes eran enemigos desde años atrás y ahora con la alianza que propuso Hashirama, todos los clanes debían arreglar sus diferencias como mejor les pareciera y según Fugaku, esa era la mejor manera.

La furia de Madara al saberse obligado a compartir su vida con alguien a quien no eligió, se vio aplacada con la sugerencia del consejo, argumentando que era un matrimonio por conveniencia, el cual debía permanecer unido solo por un año y no tenía que ser un "marido devoto" con la chica en cuestión. Tampoco se le exigiría dejar sus concubinas y mientras la esposa no se quejara, todo podía continuar como siempre.

[...]

Hinata Hyuga, la hija mayor del líder Hyuga, a pesar de haber parecido débil, demostró a todos cuán equivocados estaban. Contra todo pronóstico, se convirtió en una de las más poderosas guerreras dentro del clan y todo gracias a las largas jornadas de entrenamiento que le daba su primo Neji.

Los dos primos eran implacables en el centro de batalla. Cada uno por si solo, era muy poderoso, pero cuando peleaban hombro a hombro, se hacían prácticamente invencibles, pues ambos se cubrían entre sí, sin darle oportunidad al enemigo de acercarse, sino todo lo contrario, aquel que lo intentaba, terminaba encontrando su muerte.

A sus diecinueve años, no tenía tiempo para el amor, no obstante, todo cambio el día en que llegaron unas personas del clan Uchiha proponiendo una alianza matrimonial entre ambos clanes. Pronto se dio cuenta que la novia sería ella y que solo se trataba de un matrimonio arreglado para mantener la orden del Hokage. Sin embargo, cuando miró al que sería su esposo, no pudo evitar quedar prendada de el.

Desde ese día comenzó a contar el tiempo que faltaba para ser la esposa de Madara Uchiha, el hombre del que se enamoró perdidamente. Su futuro esposo no mostró ningún interés hacia ella, pero pensó que se debía a las constantes disputas que mantuvieron ambos clanes durante años y que al vivir juntos, todo podía cambiar para bien. Nunca pudo imaginar cuán equivocada estaba y que tan arrepentida quedaría por creer en el amor de un hombre sin sentimientos.

[...]

Hashirama Senju, actual Hokage de la recién fundada aldea de la hoja, fue desde siempre un líder nato. Después de ver morir a tantas personas en guerras sin sentido, tuvo un sueño que poco a poco, se iba haciendo realidad. Formar una aldea, cuyos integrantes se unieran y ayudaran protegiéndose entre sí.

Mentiría si decía que había sido fácil, dado que casi muere en una de las mas grandes batallas que había tenido en toda su vida y esta fue con su mejor amigo, Madara Uchiha. Después de ese día, su amigo entendió y su clan se encargó de acatar las leyes, al igual que los otros clanes.

Los Uchihas y los Hyugas, fueron de los últimos dos clanes en acatar el acuerdo de paz, pero con el tiempo, también ellos llegaron a un arreglo.

Tres años atrás su vida parecía ser perfecta, hasta el día en que su esposa dio a luz a su primogénito. Todo era la pura felicidad, sin embargo, las cosas se complicaron y Mito falleció, dejándolo solo con su pequeño recién nacido.

Su personalidad amable y justa no cambió, sin embargo, desde que perdió a su mujer, ya no era el mismo. No se mostraba divertido, ni alegre, como lo fue siempre... ahora solo se dedicaba a realizar sus deberes sin abandonar el sueño de tener paz para todos, especialmente para su pequeño hijo.

Tobirama su hermano menor y Tsunade su sobrina, le aconsejaron buscar el amor de nuevo, pero se negó diciendo que nunca más encontraría ese sentimiento y que solo se podía experimentar una sola vez. No supo lo equivocado que estaba, hasta el día que tuvo que ir al distrito Uchiha, para tratar asuntos referentes a la aldea.

El corazón de Hashirama, el mismo que creyó muerto, latió de nuevo al ver a esa hermosa y tentadora criatura, la misma a la que su mejor amigo rechazaba disgustado por tener que ser su esposo.

Mirando todo lo que la joven tenía que pasar, se fue enamorando sin poder evitarlo y lo único que deseaba, era sacarla del sufrimiento en el que estaba para verla reír, sin importar que no fuera junto a él, ya que solo quería verla feliz. Hinata Hyuga le robó el corazón y no se lo pensaba regresar, así que también él haría hasta lo imposible por robar el suyo... Estaba dispuesto a ir contra todo por hacerla feliz, no le importaba si tenía que ir en contra de Madara para lograrlo, total, su amigo no hacía mas que repetir lo mucho que la despreciaba y el gusto que le daría desacerase de ella.

Con todas las intenciones aclaradas, aseguró que sobre aviso, no hay engaño y cuando él se disponía a llevar a cabo un sueño, no paraba hasta conseguirlo. Hinata era su sueño, el mismo que pensaba llevar a la realidad.

Continuara.

Aquí está otro historia que no debía de haber subido hasta que no avanzara mas las otras, pero de nuevo, no me pude aguantar y una vez que las subo, me obligo a estar actualizando. Lo que no hago cuando las tengo guardadas...Ojalá que logre ser de su agrado.😊💕 y también disculpen los errores ortográficos, cuando pueda los iré corriendo.

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