Alone. [Jungkook & ___] Editando.

14.

Me acosté en mi cama, con la intención de irme a dormir en seguida. Hoy había sido un día muy especial, la verdad. El sólo hecho de haberlo pasado con mi hermana lo hacía así.

Aunque también había sido un día agotador, no sólo físicamente, si no también mentalmente. Mi cabeza había estado en mil sitios, y estaba realmente cansado. Estaba a punto de cerrar mis ojos, cuando de repente mi móvil empieza a sonar, haciendo que el sueño desapareciese. No me hacía falta ni mirar quién sería aquella persona que me estaba llamando, lo sabía de sobra.

- Qué has hecho ahora, Jungkook. - dije al otro lado de la línea con pocos ánimos.
- Joder, ¿algo he tenido que hacer para que me digas eso? - preguntó y pude notar cómo se hacía el ofendido.
- Si, porque tú no me llamas a estas horas de la noche si no es importante y menos aún sabiendo que mañana hay clase.
- A veces te odio por conocerme tanto, que lo sepas. - dijo, soltando una pequeña risa.
- Si, si, lo que tú digas. Ahora dime, qué has hecho.
- Pues que la he vuelto a cagar, Jimin. - admitió.
- Eso en ti no es nada nuevo. - suspiré. - Creo que me puedo hacer a la idea, pero cuéntame qué coño ha pasado.
- Pues... por una parte estoy bien porque he arreglado las cosas con tu hermana, pero por otra parte... me siento como la mierda. - hizo una pausa hasta que volvió a hablar. - Le he vuelto a mentir a ___, Jimin. - confesó.
- ¿Con qué? - interrogué.
- Con lo del beso que nos dimos.

Lo sabía. Sabía que algo había ocurrido. Cuando ___ volvió a casa, entró hecha una furia, con cara de pocos amigos. Sólo me dirigió la palabra para decirme que cenaría en su habitación y que no la molestásemos cuando nuestros padres llegasen a casa, ya que se iría a dormir pronto, y que ahora Jungkook me cuente que le había mentido con algo así, todo empezaba a cuadrarme.

- Explícate. - pedí.
- Le pedí perdón por haberla besado, y le dije que mis amigos me lo habían contado porque supuestamente yo no sabía lo que hacía, y tú bien sabes que eso es mentira.
- Si, lo sé, pero entonces... ¿por qué le mientes, Jungkook?
- Lo he estado pensado durante todo el día, y Jimin, no quiero hacerle ilusiones, no hasta que primero arregle el caos que hay en mi vida. No quiero involucrarla a ella en nada, no merece eso. Es más, me pidió que le contase la verdad, y eso hice.
- ¿Se lo has contado todo, Jungkook? - pregunté, incorporándome en la cama, sentándome en esta.
- Obviamente no, tío. Le he contado lo de mis padres y el por qué actuó como un imbécil haciendo cosas que me pueden perjudicar, pero nada más.
- Joder, que susto me has dado, cabrón. Aunque por una parte me alegra que te hayas desahogado un poco con ella. - admití, pasando una mano por mi cabeza. - Sabes que ahora depende de ti solucionar todo lo que te rodea.
- Lo sé. Créeme que lo haré, o al menos, lo intentaré lo mejor que pueda.
- Jungkook, sabes que no estás solo. - dije, y pude escuchar como este soltó una leve risa.
- Lo sé. Nos vemos mañana, y perdona por llamarte a estas horas, mañana te invito a unos cigarros.
- Más te vale, hermano.

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Al día siguiente

Se suponía que estaba en clase Historia, pero no estaba prestando ni la más mínima atención, mi cabeza se encontraba ocupada pensando en aquellas palabras que me dijo Jungkook anoche. ¿De verdad que no se acordaba de aquel beso que nos dimos? Bueno, más bien que él me dio. Vale que fue por unos segundos, pero para mí había significado mucho, aunque en ese momento no quisiera admitirlo, ya que me encontraba en shock por todo lo que había visto.

Ni me di cuenta de en qué momento la clase había terminado, hasta que Danielle llegó a mi lado, sacándome de mi trance.

- ___, tenemos que hablar. Me tienes que contar muchas cosas, y por lo visto no dejas de pensar en ello. Y no me vale la excusa de que tenemos clase, porque ahora estamos en el descanso, así que vamos.

Y como era de esperar, no me dejó responder, ya que recogió todas mis cosas por mí y me agarró del brazo, tirando levemente de este.

Rápidamente llegamos hasta una zona del patio donde habían unas gradas y Danielle decidió que nos sentaríamos allí, ya que no había nadie cerca. Joder, la que me espera.

- Bien. - dijo una vez que se sentó y me obligó a sentarme a su lado a la misma vez. - Habla.

La miré directamente a los ojos, y la verdad no es que no quiera contárselo, es sólo que me daba vergüenza, para algunas cosas todavía me cuesta expresarme, hasta con ella. Pero esta estaba dispuesta a escucharme, ya que se cruzó de brazos, esperando a que me decidiera a hablar, así que sin más, cogí aire, dispuesta a hablar. Sólo espero no quedar en ridículo.

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- Sinceramente, no me lo creo. - admitió Danielle.
- ¿El que...?
- No me creo que Jungkook no se acordase de aquel beso. A ver, fue chocante para todos, la verdad. Lo fue hasta para mí, es más ya pudiste ver mi cara, pero de ahí a que él no se acuerde debido a lo mal que iba supuestamente... es que no me lo creo.
- ¿Qué quieres decir? - seguía sin entender nada, ¿por qué todo el mundo se daba cuenta de las cosas, menos yo?
- ___, lo que está claro es que Jungkook tiene sentimientos por ti, y sabes que no es la primera vez que te lo digo.
- No sé, Danielle... sinceramente, no sé qué pensar. Claramente él tiene sentimientos por mí, pero son de amistad, nos conocemos desde pequeños, entonces es normal...
- No me entiendes, ___. Aparte de eso, estoy segura de que él te quiere más allá de una simple amistad.

No sabía qué pensar. Hay cosas de Jungkook que a día de hoy me descolocan. El que yo pensaba que conocía a la perfección resultó ser que sólo conocía una cuarta parte de su vida, y una parte de mí sabía que habían muchas más cosas de él que ni siquiera sé.

De un momento a otro, un recuerdo pasó por mi mente, haciéndome sentir una completa tonta. ¿Cómo podía haber olvidado algo así?

- Mierda... mierda, mierda. - dije levantándome rápidamente.
- ¿Qué pasa, ___? - me preguntó Danielle, imitando mis movimientos.
- El regalo... el regalo de Jungkook. Se me olvidó por completo dárselo anoche... joder soy imbécil. - dije, alzando mi mirada al cielo.
- No te preocupes por eso, tonta. Más vale tarde que nunca, ¿no? Llévaselo esta tarde a su departamento, y si surge la oportunidad y tú te sientes preparada, podéis hablar las cosas, tal vez eso te aclare algunas de las dudas que tienes.