16.

26 4 0
                                    

Desesperación, tristeza e impotencia eran las únicas sensaciones que sentía ahora mismo. El pensamiento de que el mundo estaría mucho mejor sin mi existencia no abandonaba mi mente.

Después de haber seguido a ___ hasta el portal del edificio, sin lograr alcanzarla, regresé a mi departamento, cogiendo su regalo entre mis manos, cerrando la puerta tras de mí y apoyando mi espalda en esta, dejando caer mi cuerpo lentamente, sentándome en el frío suelo. Lágrimas y más lágrimas abandonaban mis ojos, no existía consuelo alguno para mí en este momento, me sentía destruido, roto.

Acababa de romperle el corazón a la persona que más amaba en el mundo.

Me fijé en su pequeño regalo, estaba un poco destrozado, pero no me importaba. Pasé mis manos por mis ojos, limpiando un resto de lágrimas que seguían cayendo, y decidí abrirlo.

Al hacerlo, no podía creer lo que esto contenía. Había un álbum de fotos nuestras, desde pequeños, hasta hoy en día. Observé todas y cada una de las fotos, fijándome en lo felices que se nos veía, no necesitábamos aparentar nada, éramos simplemente nosotros siendo nosotros cuando estábamos juntos. La hermosa sonrisa de ___, esa por la que me volvía loco, esa por la que he luchado siempre por ver feliz, y que hoy, yo mismo me había encargado de arrebatarle.

También había un disco de música de mi cantante favorito, y joder, qué bien me conocía. Pero lo que más me llamó la atención, fue que había también una pequeña carta.

Cogí dicha carta, y comencé a leerla, y al finalizarla, juraría que me encontraba seco por dentro, más lágrimas no podían salir de mí.

Sinceramente, no merecía a alguien tan buena como lo es ___.

"Hola Kookie!
Bueno... sabes que no soy muy buena escribiendo cartas, pero haré mi mejor esfuerzo por ti.

Lo primero, ¡feliz cumpleaños! Deseo que siempre seas feliz, y que yo pueda seguir contigo disfrutando de esa felicidad. Gracias por todo lo que haces por mí día tras día. Eres muy importante para mí, y tú lo sabes bien. Desde que te conocí, mi vida cambió completamente, pasó de ser aburrida y solitaria, a estar llena de alegría y felicidad... y todo gracias a ti, Kookie. Tú eres mi felicidad.

Sin duda, le agradezco a la vida por hacer que te haya conocido, y por hacerme dar cuenta de que en ti puedo encontrar al amor de mi vida, porque si, Kookie, te quiero y más de lo que piensas. No estaba segura de si hacer esto o no, pero... no quería quedarme con la duda por el resto de mi vida. Espero de corazón que esto no afecte en nuestra amistad. Sé que tal vez no sea correspondido, pero en cierto modo, me alegra haber sido valiente por fin.
Te quiere, tu ___."

Cogí mi móvil, llamándola infinidad de veces, con la mínima esperanza de que me lo cogiera, pero ninguna fue contestada. Estaba desesperado, necesitaba verla, necesitaba decirle lo que sentía, decirle que sí que era correspondido.

Mi cuerpo no tenía la suficiente fuerza para actuar por sí solo. Necesitaba a alguien, esta situación estaba acabando conmigo. Necesitaba a Jimin.

Le llamé, la conversación fue sumamente corta, le conté a duras penas todo lo que había ocurrido, y este me dijo que en diez minutos estaría aquí.

Y así fue, justo pasaron diez minutos cuando el susodicho llegó. No sabía en qué momento había pasado el tiempo tan rápido, ya que yo seguía en la misma posición, mirando a la nada, pero con miles de pensamientos rondando en mi cabeza.

Alone. [Jungkook & ___] Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora