17.

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- Jungkook, tío, estás ardiendo. - dijo mi hermano a su lado, pasando su mano por la frente de este.

Después de lo último que me dijo Jungkook, empezó a encontrarse mal, por lo que le ayudé a sentarse en el sofá. En ningún momento nuestras manos se soltaron, más bien, él no quería soltarme.

- Deberíamos llevarle a su departamento, Jimin.- sugerí.
- Si, será lo mejor. - dicho esto, cogió a Jungkook de un brazo, tirando de él para ayudarle a levantarse, haciéndome una seña para que le ayudase. - Hoseok, Jin, siento lo que acaba de ocurrir. - se disculpó Jimin, y vi como acto seguido se fijó en el otro chico que se encontraba con nosotros, mirándonos sin expresión alguna en su rostro. - Y Yoongi, no le tengas esto en cuenta a Jungkook, le conoces y sabes cómo puede actuar a veces. Cuando sea el momento, hablad y solucionad las cosas. - terminó de decir.

Aquel chico no respondió, sólo se limitó a irse a la que sería su habitación, desapareciendo así del salón. Nos despedimos de los chicos, y entre los dos, llevamos a Jungkook hasta el coche de mi hermano.

En ningún momento me hubiese imaginado estar en una situación así, no después de lo que había ocurrido, y mucho menos por haber estado llorando por su culpa. Pero así era la vida, a veces te puede sorprender para bien, o para mal.

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Una vez llegamos al departamento de Jungkook, entre los dos lo llevamos a su habitación, acostándolo en su cama.

- Jungkook, ¿tienes medicinas en algún sitio? - preguntó Jimin.
- No tío, se me acabaron hace unas semanas y se me olvidó comprar. - dijo Jungkook, pasando un brazo por encima de su frente, cerrando sus ojos.
- Está bien. Iré a comprarte algo. - dijo, para después posar su mirada en mí. - ___, por favor, quédate con él mientras voy a comprarlas.

No respondí, sólo me limité a asentir. Por una parte quería quedarme con él y cuidarle, como siempre había hecho, pero por otra parte se me hacía incómodo, y me ponía nerviosa estar aquí a solas con él.

Cuando escuché la puerta del departamento de Jungkook cerrarse, dando a entender que Jimin se había ido, posé mi mirada en el susodicho que se encontraba acostado en la cama, encontrándome, para mi sorpresa, con que este ya estaba mirándome.

Intenté ignorarle, y recordé las pequeñas heridas que tenía en su mano, por lo que fui a por algunas cosas que necesitaría para curarle.

Una vez las tuve, cogí la silla de su escritorio, acercándola al lado de su cama, y me senté en esta. Sin pensarlo mucho, ya que si lo hacía me pondría aún más nerviosa, cogí su mano, y empecé a curarla, preguntándome cómo se habría hecho estas heridas, aunque sinceramente no querría saber la respuesta.

Ninguno de los dos hablaba, el único sonido que se podía escuchar era el de los leves quejidos de Jungkook, debido al alcohol que estaba usando para desinfectar sus heridas. Ninguno habló, hasta que él decidió hacerlo.

- ___, tenemos que hablar, por favor. - dijo una vez que terminé de curarle, incorporándose en su cama.
- Espera, espera, tienes que descansar, acuéstate anda. - dije acercándome a él, apoyando mis manos en sus hombros, haciendo un poco de fuerza para intentar acostarle, pero él me lo impedía, ya que no se movió.

Sin esperarlo en absoluto, se sentó en el borde de la cama, y me cogió de la cintura, haciendo que me sentara en su regazo. Era la primera vez que estábamos en una posición así, tan cerca el uno del otro, y aunque estuviese nerviosa, no se me hacía incómodo estar así con él, y no sabía por qué.

- J-Jungkook... no sé... no sé de qué quieres hablar conmigo. Por mi parte está todo más que claro ya. - dije, agachando mi cabeza.
- No, ___, nada está claro. Aquello que viste estuvo mal, demasiado mal, y lo siento muchísimo, créeme que si pudiera volver en el tiempo y evitarlo lo haría sin pensármelo dos veces. - dijo, cogiéndome del mentón, haciéndome que le mirase directamente a los ojos. - No sabía que mis sentimientos por ti eran correspondidos, y si lo hubiera sabido desde un principio, créeme, las cosas no hubieran sido como lo han sido. - admitió con una pequeña sonrisa.
- ¿Q-qué quieres decir, Jungkook? - pregunté algo dudosa, no entendía a dónde iba a parar.
- Eso significa querida ___, que yo también te quiero, te quiero más de lo que tú te piensas, tengo sentimientos por ti desde hace diez putos años. Estos sentimientos jamás han cambiado, y si, me he comportado como un maldito imbécil, he hecho cosas que no merecen ser perdonadas, y lo siento... de verdad ___, lo siento. - confesó, empezando a llorar desconsoladamente sobre mi pecho, y ante su confesión, no podía evitar llorar al igual que él.

Abracé a Jungkook con todas mis fuerzas, y este imitó mi gesto, haciendo que todo ese dolor que llevaba acumulado fuera desapareciendo lentamente. Él era mi lugar seguro, con él toda la tristeza desaparecía, con él siempre me sentía bien, me sentía querida.

- ___, lo siento por todo. - volvió a decir, alejándose un poco de mí para mirarme a los ojo de nuevo. - Sé que te prometí que no te haría daño nunca y he acabado haciéndolo. - dijo, con pequeñas lágrimas que seguían saliendo de él. - Y... quiero que sepas que también te mentí en algo más.
- ¿En qué? - pregunté algo temerosa por su respuesta.
- En lo del beso. Por supuesto que me acuerdo de lo que hice, y créeme que lo haría infinidad de veces más, pero te mentí porque no quería ilusionarte, quería solucionar todos los problemas que me rodean antes de que tuviera el valor suficiente como para poder decirte lo que siento por ti, porque jamás te involucraría en ellos, tú eres lo más importante para mí, pero... por lo visto la cagué aún más, y jamás me lo perdonaré.

Ante esa confesión por su parte, no me quedaba otra. Le creía, sinceramente. Creía todas y cada una de sus palabras, era imposible no hacerlo. Y tal vez es como él ha dicho, si hubiésemos conocido los sentimientos del otro desde un principio, tal vez todo sería distinto.

- Puede que tú no te perdones, pero... - hice una pausa para suspirar. - Yo si lo haré. - dije sonriéndole. - Pero a la próxima que vuelvas a hacer algo malo yo misma te mataré, avisado quedas. - dije soltando una pequeña risa, contagiándosela a él.

Así me gustaba verle, feliz, mostrando esa sonrisa tan perfecta que tiene, con sus dientes de conejo, los cuales me resultaban adorables, y a su vez, arrugando su nariz cada vez que sonreía, gesto el cual amaba que hiciera.

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Jimin llegó pocos minutos después con las medicinas que Jungkook necesitaría. Nos aseguramos de que se las tomase todas antes de irnos, ya que estaba haciéndose tarde y debíamos volver a nuestra casa.

Jimin se despidió de Jungkook, saliendo de su habitación, dejándome de nuevo a solas con él.

- Si necesitas algo dímelo, ¿vale? - dije, arropándole en su cama.
- La verdad, ahora mismo necesito algo. - dijo, poniendo una cara pensativa. Será tonto.
- ¿El que?

Al preguntar eso, este me miró a la cara con una sonrisa, haciendo el amago de querer levantarse, cosa que no le permití.

- Eh, eh, ¿a dónde te crees que vas? Tienes que descansar, Kookie.

Increíblemente, me hizo caso y volvió a tumbarse, haciendo un puchero. Siendo sincera, ahora me había quedado con la duda de qué sería aquello que querría, aunque creo que me hacía una idea.

- Mañana después de clases vendré a verte, ¿de acuerdo? - dije, dando un corto beso en sus labios, a lo que él sólo asintió con una gran sonrisa en su rostro.

Ni yo misma esperaba que fuese capaz de hacer algo así después de todo, pero sabía que esto sólo sería el comienzo.

Alone. [Jungkook & ___] Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora