01.

392 10 1
                                    

8 años atrás

Nos encontrábamos en un gran recinto donde había un parque de diversiones el cual nos habían traído nuestros padres por mi cumpleaños.

Siempre pensé que el día más feliz para un niño sería el día de su cumpleaños, ya que se rodeaba de todos sus amigos, jugaban, reían y se divertían juntos, comían tarta y habían regalos por todas partes, pero para mí, el día de mi cumpleaños era el más aburrido de todos, ya que no tenía amigos, no había ningún niño con el que poder jugar, ni reír, ni divertirse.

El único que siempre estaba para mí era mi querido hermanito, Jimin. Él era dos años más mayor que yo, y era todo lo contrario a mí, siempre estaba rodeado de sus amigos, y se podía notar que se lo pasaba bien con ellos, mientras que yo estaba apartada de toda esa diversión, y hoy no iba a ser la excepción, todos los niños que se encontraban en el recinto habían venido para estar con mi hermano, y aunque Jimin siempre me llevaba con él para que jugara con ellos, sentía que sólo sería una molestia y me apartaba. ¿Por qué nadie me quería? ¿Por qué nadie quería jugar conmigo? ¿Había hecho algo mal? No entendía el por qué, no entendía nada.

Al ver a Jimin divertirse con sus amigos decidí alejarme un poco, mis padres estaban hablando con los padres de los demás niños y apenas estaban prestando atención, así que pensé que podría irme a explorar un poco aquel lugar, que a decir verdad era muy bonito.

Lo primero que captó mi atención fueron a lo lejos unas colchonetas hinchables donde podías saltar en ellas, aproveché que no había ningún niño para subirme y empezar a saltar. Por unos cortos minutos fui feliz, aunque estuviese sola estaba pasándolo genial.

Esa felicidad se vio interrumpida cuando pude fijarme en que alguien estaba mirándome sin apartar su mirada sobre mí, un niño, diría que un poco más mayor que yo, estaba acercándose a mí. Por unos segundos sentí un poco de miedo, pero ese sentimiento enseguida se esfumó cuando aquel niño estaba lo suficientemente cerca de mí y me saludó con una gran sonrisa.

— ¡Hola! Lo siento si te asusté, no era mi intención. Te vi divirtiéndote aquí sola y quería acompañarte. - dijo aquel niño.

Me quedé observando la cara de aquel niño por unos segundos, era uno de los niños que habían venido para estar con mi hermano, pero su cara me sonaba de algo, pero no sabría decir de qué. Sinceramente no sabía cómo reaccionar ante lo que me acababa de decir, era la primera vez que un niño se acercaba a mí de esa manera y me hablaba tan amablemente, y que además, quería jugar conmigo.

— Ho... hola. - dije nerviosa.
— ¿Por qué estás divirtiéndote aquí tú sola? ¿No quieres venir a jugar con nosotros?

Ante esas preguntas agaché mi cabeza y no respondí. No sabía el motivo por el cual la gente siempre me daba de lado, y tampoco quería ser una molestia.

Lo que pasó a continuación me dejó completamente de piedra. De un momento a otro, al ver que no respondía, sentí su mano sobre mi cabeza acariciándola suavemente. Lentamente levanté mi vista para poder mirarle, topándome con sus ojitos mirándome de una manera... ¿tierna?

— La cumpleañera no debería estar jugando aquí, tan sola, y tu hermano está preocupado por ti, está buscándote por todas partes. - dijo sonriéndome.

Un momento, un momento, ¿él sabía quién era yo? La mayoría de los amigos de Jimin no saben ni que tiene una hermana, básicamente porque no se molestan ni en conocerme, ¿por qué él si? Cada vez mis sospechas de que le había visto en alguna parte se iban aclarando.

— Espera... ¿sabes quién soy?

Ante mi pregunta él sólo se limitó a reír, genial ___, ahora pensará que eres tonta o algo así.

— Pues claro que sé quién eres, ¿cómo no iba a saberlo? Además, ¿no sabes quién soy?
— Lo siento pero ahora mismo no sabría decirte... normalmente los amigos de mi hermano no se interesan en jugar conmigo, algunos no saben ni quién soy. - dije agachando mi cabeza de nuevo.

Escuché como rió levemente para después pasar su mano por mi mentón elevando mi cabeza, obligándome a mirarle nuevamente.

— Soy el mejor amigo de tu hermano, me llamo Jeon Jungkook, pero puedes llamarme Jungkook. - me dijo sonriéndome y no pude evitar sonrojarme. - Anda tonta, ven conmigo.
— ¿A dónde?

Acto seguido me agarró de la mano, cosa que no me esperaba pero sin saber por qué, no me desagradó del todo. No me contestó, sólo se limitó a tirar de mi mano suavemente. Estábamos caminando en silencio, dirección a donde estaban los demás niños, cuando de repente se paró en seco y se giró para mirarme fijamente, me sonrió.

- Sé que no nos conocemos de mucho, pero puedes confiar en mí, y puedo prometerte que estaré ahí siempre que me necesites. Y sabes... sinceramente espero que después de este cumpleaños pueda verte más a menudo.

Alone. [Jungkook & ___] Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora