08.

33 5 0
                                    

Un mes después

Jeon Jungkook

Si tuviera que describirme a mí mismo con una sola palabra, sinceramente no sabría cómo hacerlo.

Siempre fui ese niño sonriente, soñador, ese que lo tenía todo. Ese niño que podría decirse que tenía la vida perfecta, ¿pero ahora? Ahora tenía dos caras para el mundo, la que normalmente usaba con la gente de mi alrededor para que nunca conocieran la verdadera, aquella que era rota, triste, pero que camuflaba con esa que era felicidad y alegría. Solamente conocían mis verdaderos amigos, entre ellos Jimin, mi verdadero rostro.

Esa tristeza comenzó en la mitad de mi adolescencia, cuando presencié, para mi desgracia, algo que jamás deseaba ver. Vi como mi padre golpeaba a mi madre, y cómo esta cayó al suelo, saliendo sangre de su boca. Mi padre al ver eso estalló en llanto, realmente ellos se amaban, pero siempre peleaban por cualquier cosa, y esta vez a mi padre se le fue de las manos. Pidió perdón innumerables veces, diciendo que jamás le haría daño a mi madre, pero para ella fue la gota que colmó el vaso.

A mis 15 años asistí a tantos juicios que perdí la cuenta. Amaba a mis padres más que a nada en este mundo, pero ellos no parecían sentir lo mismo por mí, algo había cambiado, para ellos lo más importante era ganar aquellos juicios, sin importarles ponerme a mí en el medio de todo.

Al final, mi madre ganó todos y cada uno de ellos, haciendo por una parte que mitad del dinero de mi padre pasara a ser de ella. Mi madre no quería meter preso a mi padre, ella sólo quería su dinero. Yo no entendía el por qué, ella tenía un buen trabajo, y un buen sueldo, no necesitaba todavía más dinero.

Hace un año, mi madre se enteró de que mi padre había rehecho su vida, él ya no se preocupaba por ella, y rara vez preguntaba por mí. Mi madre, llena de rabia, ya que ella aún sentía cosas por mi padre, raro ¿verdad?, se dedicó a traer cada noche a casa a un hombre nuevo, para intentar olvidarse de todo, sin importarle lo más mínimo que yo escuchara aquellas obscenidades, podría decirse que pasé a ser un cero a la izquierda para ellos.

A la edad de 16 años empecé a fumar, y hoy en día lo sigo haciendo, aunque he de admitir que también he consumido alguna sustancia ilegal. No me volví adicto a esas mierdas, fumaba muy de vez en cuando, pero de alguna manera conseguía ayudarme, evadiéndome así del mundo durante un rato. Es raro que una droga así ayude, pero no me importaba el daño que pudiese hacerme. Siempre lo hacía a escondidas de todos, menos de mis amigos.

La única felicidad que siempre tenía en mi vida, era ___, además de mis amigos más cercanos. Y pese a que me he acostado con muchas tías, siempre por interés, nunca ha significado nada para mí, la única que estaba en mis pensamientos era ___. Siempre acababa sintiéndome como la mierda por hacer cosas así, pero así de imbécil soy.

___ para mí era lo que más me importaba, y jamás le demostraría esta parte de mi vida, toda esta mierda debía tragármelo yo solo, ella no tiene culpa, no debe sufrir por mí, y jamás la haría sufrir, bastante ha sufrido ya sin merecerlo en absoluto.

Ahora, a los recién cumplidos 18 años, ya que justamente los cumplía hoy, decidí darle un pequeño cambio a mi vida. Fueron años muy duros para mí, y decidí que ya era hora de alejarme de toda esa mierda, de todo ese sufrimiento que he cargado estos años. Para empezar, semanas antes de cumplir los 18, hablé con mi madre, raro, porque en estos años se volvió muy fría, no demostraba demasiado sus sentimientos, sólo actuaba de manera diferente delante de la gente que ella creía conveniente, pero bueno, yo no podía juzgarla, ya que me había convertido igual que ella, sólo con quién yo quería le demostraba mi lado bueno.

La conversación con mi madre transcurrió más fácil de lo que pensé. Le conté mis planes de que quería irme de casa, estaba asistiendo a la universidad y era una buena excusa para poder largarme de esa maldita casa lo antes posible. Ella no puso ningún tipo de impedimento, es más, me dijo que me pagaría el alquiler de un piso hasta que terminara con la universidad, ya que cuando eso ocurra será momento de buscar un trabajo para poder pagármelo yo. Por mi parte sólo obtuvo un asentimiento, no podía desaprovechar esta oportunidad.

Y así transcurrió mi adolescencia, de una forma que jamás le desearía a nadie.

Ahora me encontraba viviendo solo en mi departamento, cerca de la universidad a la que asisto. La verdad que la elección de este departamento fue de mi madre, ella quería que fuese uno lo suficientemente bueno para mí, pero es normal que quisiera eso, ya que ella no lo pagaría, ella pagaría con el dinero de mi padre, pero sinceramente ya me daba todo igual.

No quería pensar en ellos justo en este momento, tenía otras cosas mejores en las que pensar, y una de ellas era en mi fiesta de cumpleaños. Será a lo grande.

Cogí mi teléfono, hice un par de llamadas y empecé a organizarla. Decidí que sería aquí, en mi departamento, aunque luego sea una putada limpiar toda la mierda, pero merecería la pena. Llamé a mi amigo Yoongi, ese cabrón si que sabía organizar buenas fiestas, y además, él traería el material que necesito para evadirme de todo.

- Hey Jeon, qué tal, por cierto feliz cumpleaños. - dijo Yoongi al otro lado de la línea.
- Gracias Yoongi. Escucha, al final haré la fiesta aquí, en mi departamento. Sabes que tú y los demás estáis más que invitados. Ya sabes lo que quiero de regalo por tu parte.
- Si, si, lo sé, no hace falta que me lo digas. Lo tengo ya preparado, no sabía cuánta cantidad ibas a querer así que te he puesto un poco de lo que más te gusta. Aunque para la próxima te cobraré, no me seas un hijo de puta.

Reí ante su comentario.

- Sabes que siempre acabo pagándote cabrón. - dije pasando mi mano por mi pelo, despeinándolo un poco.
- Ya bueno, más te vale. Nos vemos esta noche Jeon.

La llamada finalizó, me fijé en la hora, eran las siete de la tarde, y aún debía ducharme y prepararlo todo, además de comprar algo de alcohol, más me vale darme prisa.

Mientras me duchaba, pensé en ___, y en lo mucho que la extrañaría hoy, pero por nada del mundo permitiría que ella estuviese hoy aquí, y menos aún que viese toda la mierda que habrá.

Claramente Jimin vendría, pero él sabía que no debía traer aquí a ___. No nos convenía que su hermana nos viese cómo vamos a estar. Jimin ya era mayor de edad desde hace unos cuántos meses, y no era la primera vez que íbamos a hacer esto, pero para mí si sería la primera vez que lo haré con 18 años.

Alone. [Jungkook & ___] Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora