Capitulo 7

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-Le han puesto precio a su cabeza. – escucho que le dice Clara por teléfono a Cole. Me abrazo a mí misma y me hundo en el sillón. – Esto está yendo demasiado lejos... no... ella está bien... por ahora.

Fred se acerca a mí y se sienta a mi lado. Me tiende un vaso con agua y lo tomo con mis manos temblorosas.

-Tranquila, todo saldrá bien. – me intenta calmar. – Aquí estas seguras.

Alce una ceja.

-Ahora estarás más vigilada. – agrega y pasa una mano por su cabello. – Ahora sabemos un poco más de a que nos enfrentamos. No te perderé de vista.

-Estoy cansada de esconderme. – murmuro.

-Seguir con vida no es fácil.

-Tal vez ese es problema.

-O la solución. – Clara entra a la conversación. Ya no hablaba por teléfono con Cole.

- ¿Qué tienes en mente? – pregunta Fred intrigado.

Clara me mira y se que no me gustará lo que dirá. Se cruza de brazos y me mira con seriedad, intento buscar esa pizca de burla que siempre hay en su mirada, pero esta vez no hay nada.

-Tienes que morir.

-Creo que no entiendes el punto de mantenerla a salvo Clarita. – dice Fred después del silencio que se hizo.

Niego con la cabeza repetidas veces y me levanto del sillón.

-Si ellos piensas que estas muerta te dejaran en paz. – contesta tranquila y se encoge de hombros. – Ya no serás un blanco.

-Pero mi papá... – digo y empiezo a perder la paciencia cuando recuerdo a Marcus. – Tengo una vida, no puedo simplemente...

-Claro que puedes. – me interrumpe. – Yo lo tuve que hacer... Cole también.

Vuelvo a negar con la cabeza.

-No puedo...

-Mira, todos perdimos cosas en esta vida. – me dice con dureza. – Pero fue necesario. Tu novio no esta a salvo contigo a su lado. Es lo mejor para todos.

- ¿Cómo sabes de Marcus? – pregunto enojada. Me estaba empezando a molestar su insensibilidad y rudeza.

-No esperabas que te recibiera con los brazos abiertos sin saber algo sobre ti ¿o sí?

Respiro agitada y aguanto las ganas de golpearla, en parte porque se que me vencería en menos de un segundo.

-Esto se ha vuelto más que un favor para Cole. Ahora también estamos involucrados nosotros.

-Escuchen... – Fred habla lentamente interfiriendo en la discusión y se pone de pie, posicionándose en medio de las dos. – Mejor descansemos, ha sido un día agitado y mañana hablamos sobre esto cuando Cole este aquí.

- ¿Mañana llega Cole?

Hasta yo misma me sorprendí de mi tono al recibir esa noticia. Fred asiente.

-Bien. – accede Clara y se da la vuelta. – Pero sabes que tengo razón.




*****



La luz que entraba por mi ventana me indicó que hay era de día, pero no tenía ánimos para levantarme de la cama. Extrañaba demasiado a Marcus, me mataba no saber que pensaba y si estará preocupado por mi desaparición. Aparte de la situación de mi padre que solo me estresaba más, tampoco sabía nada de él. Si estaba vivo o no...

Me levanto de la cama y proceso a tomar un baño. Hoy llegaba Cole y sé que con eso tendré una respuesta, a no ser que haya regresado con malas noticias. Pero a pesar de eso, me había empezado a sentir segura con él. Aunque el hecho de que estuviera conmigo significaba que estuviera en peligro sabía que el me protegería y en el momento que se fue, me sentí expuesta.

Una vez lista y vestida salgo de la habitación y me dirijo a la cocina. Miro la hora en el reloj que esta colgado en el pasillo y me sorprendo de lo mucho que dormí. Ya eran las dos de la tarde. Entro a la cocina y miro el refrigerador, aunque la verdad no tenía hambre, solo de acordarme de lo que estaba pasando y podría pasar me daba nauseas.

-Buenos días solecito. – canturrea Fred al entrar a la cocina. le sonrío ligeramente y me siento en la mesa. – ¿Ya comiste algo?

Asiento, aunque sea mentira.

-Se que ayer todo te pareció abrumador, pero hoy todo saldrá bien. Ya verás.

- ¿Cómo puedes ser tan optimista? – pregunto tomándolo por sorpresa.

- ¿Qué quieres decir con eso? – pregunta de vuelta.

Me encojo de hombros.

-Es solo que... me imagino que tu vida gira en todo esto. – digo haciendo una seña con la mano indicando la enorme mansión y todo lo que involucra. – No debe ser fácil...

-Cuando has perdido mucho aprendes a ver las cosas buenas donde crees que no las hay.

-Ojalá pudiera verlo también...

-Hay dos tipos de personas. – dice y lo miro a los ojos. – Los que se rehúsan a seguir adelante y creen que no tienen nada bueno en su vida. – se acerca a mí y aprieta mi hombro. – Y los que han perdido tanto que aprecian cada segundo que pasa. Esa es la diferencia entre estancarte y seguir adelante. Aun tienes cosas buenas en tu vida Madison.

Sin saber porque, lo atraigo a mí y lo abrazo con fuerza. Al principio parece un poco sorprendido, pero no tarda en corresponder el abrazo y apenas me doy cuenta de lo mucho que extraño a Nikki. Me siento culpable de solo haber pensado en Marcus cuando desaparecí.

Los tacones de Clara se escuchan cuando hace su entrada y no pudo ocultar su mueca al vernos abrazados.

- ¿No hay abrazo para mí? – dice con burla mientras se abre paso al refrigerador.

Fred se separa de mí con una sonrisa y la toma de la cintura.

-Hasta más si quieres. – murmura cerca de ella, pero alcanzo a escucharlo. Clara sonríe y lo empuja con una mano. Fred se sienta a mi lado suspirando. – Supongo que será para la próxima.




***




Mi espalda impacta de nuevo con el suelo y bufo molesta. Ya había perdido la cuenta de las veces que me había derribado y mi espalda me ardía. Me levanto sin energía.

-Creo que ya fue suficiente por hoy...

-Tonterías. – contesta Clara y me lanza un golpe que logro esquivar. Vuelve a atacarme y vuelvo a esquivarla, esta vez logrando desestabilizarla. Clara sonríe de lado. – Nada mal.

-Si logro ganarte terminamos por hoy... – digo cansada. – Y por mañana también.

Clara se encoge de hombros y se prepara para pelear. Me atrevo a lanzar el primer golpe que fue bloqueado por su brazo y seguido me da un golpe en la mejilla. Lanzo una patada, pero atrapa mi pierna y me hace caer. Se posiciona encima de mí y pone su brazo en mi cuello.

-Lo haces demasiado fácil. – susurra cerca de mí rostro. Me libera y se levanta, aprovecho su distracción y deslizo mi pie por el suelo derribándola en el proceso. Imito la posición que uso conmigo hace unos segundos y sonrío. Ella también lo hace. – Nada mal.

-Ahora... unas quesadillas.

Clara oculta su sonrisa y con facilidad me tira a un lado para levantarse. Se pone de pie y camina hacia la puerta, pero antes de salir voltea a verme.

-Espera a la cena cuando llegue Cole...

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