Capítulo 14

174 11 2
                                    


Salgo del cuarto y respiro profundamente. Cierro la puerta detrás de mí y me recargo en ella. Ver a Marcus fue algo fuerte para mí, ya había logrado seguir adelante o al menos había progresado en eso, pero ahora estoy con más dudas que nunca y creo que ni siquiera Cole podrá responderlas.

Cole.

Llego al final del pasillo y miro a la multitud en el salón, entre ellos encuentro a Cole. Su mirada viaja de un lado a otro mientras bebe de su copa intentando disimular, seguramente me esta buscando.

Mientras camino hacia él entre la gente recuerdo lo que ha pasado entre nosotros y ahora que me enteré que Marcus esta con vida, siento que lo he traicionado, pero ni siquiera sé cómo me siento respecto a Cole y mucho menos que siente el por mí.

¿Hay cariño? Claro.

¿Confianza? La mayoría de las veces.

¿Sexo? Muy bueno.

Pero ¿amor?

Como puedo hablar por los dos cuando ni siquiera lo puedo hacer por mí.

Un apretón en mi brazo me regresa a la realidad y me encuentro con el rostro de Cole muy cerca de mí. Su mirada me recorre rápidamente con preocupación.

- ¿Dónde estabas? – pregunta rápidamente. – ¿Qué paso con...?

-No era él. – lo interrumpo antes de que siga hablando.

-Entonces ¿Por qué tardaste tanto?

Trago saliva. No sabía si decirle la verdad.

-Seguí buscando en las otras habitaciones. – contesto y mis labios forman una pequeña sonrisa, que parecía más una mueca. – Perdón por no avisar.

-Me tenías preocupado.

Hago contacto visual con él y esta vez sonrío de verdad. Poso mi mano en su brazo y le doy un apretón.

-Estoy bien.

Cole me mira por unos segundos y luego asiente. Desliza su mano por mi espalda y me hace caminar junto él.

-Salgamos de aquí. – dice y me detengo de golpe.

-Pero el plan...

-Ya tendremos otra oportunidad, ahora lo más seguro es...

-No tendremos otra oportunidad. – lo interrumpo y me suelto de su agarre poniendo distancia entre nosotros. – Y nunca estaremos seguros mientras él siga con vida.

-Hace unos minutos me dijiste que nos encontráramos en el elevador. – me dice y puedo notar que está perdiendo la paciencia. – Pensé que nos íbamos a ir.

-Lo pensé mejor y tenemos que aprovechar esta oportunidad.

-Nunca te lograre entender, Maddy. – masculla. – No eres capaz de apretar el gatillo y aun así te quieres lanzar al enemigo. No siempre estaré ahí para salvarte.

-Nunca te pedí que lo hicieras. – respondo con dureza. – Lo hizo mi padre porque el no fue capaz de hacerlo... prefirió salvarse a sí mismo.

-Tu no sabes eso, Maddy.

- ¿Y tú sí? – ataco al segundo. No obtengo respuesta. – ¿Qué si esta es la única oportunidad para estar así de cerca de Kozlov? Tal vez tu puedas seguir viviendo así, pero yo no.

-Con el tiempo te acostumbraras.

Aprieto los labios y lo miro con enojo.

Mi padre, él, incluso Marcus hacen decisiones por mí.

Si logramos acabar con todo hoy, no solo yo sería libre. También lo sería Marcus, tal vez mi padre decida dar la cara al ver que es seguro y Cole... bueno él ya no tendría que cargar conmigo.

Clara aparece entre nosotros y no se si fue oportuna o lo contrario.

- ¿Nos vamos o qué? – pregunta mientras mira a todos lados.

-Pensé que eras alguien que no se rendía. – le digo a Cole y me adelanto hacia el elevador. Escucho los tacones de Clara detrás de mí y cuando llegamos a las puertas del elevador, me mira con una ceja alzada. – No preguntes.

-No dije nada. – me dice.

- ¿Y Cole? – le pregunto al ver que no vino detrás de nosotras.

-Dijo que tenia que hacer algo rápido. – responde. – Nos alcanzará en unos minutos.

Las puertas del elevador se abren y entramos. Antes que las puertas se cerraran, entran dos personas más, Clara y yo retrocedemos un poco para hacer espacio. Era un hombre y una mujer.

La mujer se posiciona entre Clara y yo, el hombre se queda frente a nosotras y antes de que las puertas se cierren veo al guardia que vigilaba el pasillo vernos y sonreír. Las puertas del elevador finalmente se cierran y de reojo veo como la mujer dirige su mano a su espalda, Clara parece notarlo también, pero ella no espera a ver que hace y la toma del brazo para alejarla de mí.

La mujer saca un cuchillo de la parte de atrás de su vestido y ataca a Clara, quien bloquea su ataque. Doy un paso para ayudarla, pero el hombre se da la vuelta y me empuja contra la pared con un rodillazo. El espacio era algo limitado así que era algo difícil defenderme con Clara haciendo lo mismo a un lado.

El hombre me intenta dar un puñetazo, pero desvío su mano hacia la pared y golpeo su brazo con mi codo, cuando agacha la cabeza con dolor le doy un puñetazo en el rostro que lo deja tira al suelo.

Rápidamente ayudo a Clara que esquivaba el cuchillo con agilidad. Le doy una patada a la mujer en las costillas con mi tacón y la hace doblarse, Clara le arrebata con rapidez el cuchillo de sus manos y le hace un corte en el cuello. Miro con asombro como la mujer ahoga un grito y cae contra la pared para deslizarse lentamente mientras se queda sin aire.

Un brazo rodea mi cuello y él hombre me pega a él, Clara no tarda en reaccionar y lanza el cuchillo hacia nosotros, pero se encaja en el rostro del hombre. Suelto un pequeño grito cuando me cae sangre en el rostro y cuello. Me suelto de su agarre y cae al suelo al instante. Me alejo del cuerpo y Clara toma mi mano, las puertas se abren y salimos rápidamente.

-En la entrada. – habla por el auricular. – Ahora.

La limosina se detiene con brusquedad en la entrada y corremos hacia ella. Clara abre la puerta y entro seguida de ella. Me quito el antifaz y lo tiro a un lado en el asiento.

-Tu padre nunca te enseño a no subirte a carros con extraños.

Levanto la mirada de golpe y miro a los dos hombres frente a nosotros apuntándonos con una pistola. Clara rápidamente intenta sacar su arma de su vestido, pero uno de ellos le dispara. Suelto un grito y ella una maldición. La bala le dio en el abdomen y Clara cubre la herida con sus manos en un inútil intento por detener la hemorragia.

- ¿Dónde están? – escucho a Fred por el auricular.

Uno de ellos se acerca a mí y acaricia mi cabello, aleja su mano con el intercomunicador en sus dedos. Hace lo mismo con Clara y ella mueve la cabeza con brusquedad. El hombre me apunta como amenaza y termina quitándoselo ella misma. Se lo entrega y el hombre los tira al suelo para luego pisarlos.

-Pónganse cómodas. – dice el otro hombre. – Será un largo viaje.  


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 05, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

En la miraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora