Capítulo 12: Reclamación

435 53 3
                                    





El ambiente estaba ya muy cargado e intenso cuando dio comienzo la cena.  La mayor parte de los nobles habían pasado la tarde esperando el retorno de la comitiva de la princesa y habían matado esas horas bebiendo y jugando o hablando entre ellos.  Solo una minoría habían optado por descansar en sus cuartos.

Saint buscó con los ojos a Zee.  Éste parecía formar parte del primer grupo.  Tenía el rostro sonrosado y el brillo en los ojos de quien ha estado dando cuenta de licores.

El príncipe, por el contrario, que se encontraba cerca de su mejor amigo pero en una mesa elevada, solo por debajo de sus padres, permanecía sobrio como una vela.  Su mirada se posó ante la inesperada visión de Boun ataviado con las ropas de los cortesanos sexuales.  Aunque su mente le recordó que la belleza del hombre era la causa de una elección para las que los superiores de los criados usaban métodos absolutamente desapasionados, pues para ellos eran como ganado.  Si había que lucir y servir algo, se  elegía lo más llamativo y hermoso, sintió una rabia que no era para nada habitual en él, una persona acostumbrada a callar y obedecer.

A sus hermanos y él se unió su esposa.  Esta se sentó sin besarle ni siquiera por el puro protocolo de guardar las formas.  Acomodó su ropa en el asiento y le hizo un comentario sobre el calor y los mosquitos que ni siquiera escuchó.

Prem no era un hombre que despreciase a las mujeres.  Nunca había sentido la atracción sexual que había visto en sus hermanos y nobles hacía Leas miembros femeninas del harén, pero tenía confianza con varias criadas y amaba con locura a sus hermanas.

Sin embargo, no podía evitar despreciar a su esposa.  Tenía algo que le repugnaba y ella parecía sentir lo mismo.  Conocer a su hermana le había sorprendido.  Era una mujer agradable, que ayudaba a su esposo con decisiones importantes, y muy inteligente.  Habían tenido una charla sobre historia y política.

Solo cuando se despidieron le pregunto con cierta timidez y mal disimulada vergüenza cómo iban las cosas con su hermana.  Prem no había querido ser descortés con su mujer, pero un intercambio de miradas había sido suficiente.

-Lo lamento.  Mis padres nunca fueron capaces de lograr educarla como deseaban.  Ella hace lo que quiere.

No necesitaba que se lo dijeran.

Empezaron a servir la cena.  Sus padres habían decidido hacer gala de toda su opulencia ante la visita de una familia real.  La boda de Prem y ahora esa visita eran muy importantes para la prosperidad del pequeño reino.





-Al menos hoy comemos como los señores -dijo Boun, inquieto por si alguien le reclamaba.  Sentía cosas totalmente inadecuadas para una persona de su posición por el príncipe y la idea de mantener relaciones con otra persona le asqueaba.  Además si se lo pedía un hombre tendría que adoptar un rol pasivo que no le gustaba y solía dejarle dolorido por varios días.

Saint asintió distraídamente.  Efectivamente podían comer y beber como los señores y eso pensaba hacer.  Ahogar su inquietud y sus sentimientos contradictorios hacia el noble amigo del príncipe en alcohol le parecía algo perfectamente adecuado.

Boun comenzó a comer y también decidió que beber un poco de más no era mala opción.  Solían estar bien alimentados pero aquella comida estaba deliciosa.

-¿Qué harás si te reclaman? -dijo entonces Saint de golpe, devolviéndolo a la realidad.

-Lo único que puedo hacer. Y no pienso hacerlo sobrio.

Saint asintió.  Se llevo comida a la boca y vació su copa.  Una criada la llenó.

-¿Cómo pueden comer en vajilla de oro? Esto no es necesario, es...

Una mano se posó sobre su hombro.  Supo quien era antes de darse la vuelta.  Zee le miraba fijamente.

-Cuando acabe la cena, voy a reclamar que vengas conmigo.  -se dirigió a la criada- no dejes que beba hasta estar borracho.

Saint se mordió el labio.  Deseaba decirle que él ya lo estaba pero no podía.

Y además se atrevía a mandar y ordenar sobre él.

Hubo un momento de tensión y un intercambio de miradas entre Zee y el príncipe.

-Disfruta de la cena y la bebida, pero quiero que mantengas todos tus sentidos despiertos cuando venga a ti.

Complaciendo al Príncipe||BounPrem|| Gay||CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora