Prem estaba acostumbrado a dejarse llevar por el destino sin presentar la más leve oposición. Por eso las palabras y las decisiones tomadas eran difíciles de llevar a cabo. No porque no se atreviese, simplemente no sabía por dónde empezar.Afortunadamente para él contaba con Zee. En cuanto le expuso lo que ocurría y su plan de fugarse su noble amigo hizo gala de todos sus conocimientos del sutil arte del espionaje y la conspiración.
De hecho él había sido el primer espía asignado al príncipe, pero la amistad floreció entre ambos y los reyes se habían encontrado en la tesitura de cambiarle pero permitirle seguir cerca de Prem. Abierto, divertido y hábil en la diplomacia era exactamente lo que los padres de Prem consideraban un buen amigo.
-Yo me encargo de todo. Tú sigue actuando con normalidad y logra sobornar a una matrona para Tee.
Esa parte no fue difícil. La matrona era una chica joven, proveniente del harén, madre de tres hijos y alimentando a los hijos de cuatro nobles. La idea de libertad y dinero y una nueva vida con sus hijos y quizás con un hombre nuevo a su lado.
Corrían muchas leyendas sobre esas islas pero muchas eran fantasías de mentes calenturientas porque nadie se había molestado en explorarlas.
Zee acudió a ver a Saint.
-Supongo que sabes todo por Boun.
El sirviente admitió.
-Saint... me iré con vosotros. Y me iré por ti. Yo puedo quedarme y disfrutar de una vida llena de comodidades. Pero jamás podría vivir ni lo más mínimo feliz si tú no estás a mi lado. Se que no es legal pero ya que vamos a formar parte de un nuevo reino quizás Prem haga nuevas leyes. Y tú... y yo... -Zee sacó de su bolsillo un pesado anillo de oro con un rubí incrustado – casémonos. Y si no podemos casarnos, vivamos juntos como pareja el resto de nuestra vida.
-Zee...
El noble le besó y Saint le devolvió el beso. Estaban en el cuarto que este compartía con Boun pero éste había ido a ver a Prem.
Zee se acostó sobre el cuerpo de Saint. Mientras le desnudaba este le miró a los ojos.
-Me da miedo que la fuga salga mal. Mi castigo no será más que unos azotes... pero a ti pueden acusarte de traición.
-No saldrá mal. Mañana a las doce de la noche nos espera un pequeño barco. Un barco a la libertad.
-Te amo.
-Yo también te amo -Zee acabó de desnudarle -ahora déjame disfrutar de lo que más deseo...
Saint sonrio, dejándose llevar por fin por el amor y la oportunidad de ser feliz.
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Complaciendo al Príncipe||BounPrem|| Gay||Completa
FanficUn príncipe sin experiencia en nada y olvidado por su familia. Un sirviente alejado de los suyos por las obligaciones de un tratado entre dos reinos. Un amor por descubrir.