Capítulo 2: Conociendo al príncipe

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Boun entró por primera vez en el palacio que iba a ser su nuevo hogar. Saint, su mejor amigo, estaba a su lado pero eso no impedía una desazonadora sensación de vacío en su pecho. Estaba tan cerca de su hogar y a la vez tan lejos... su condición de sirviente no le iba a permitir visitar a su madre.

-Vamos -le dijo Saint – probablemente no sea tan malo. Piensa que esta vez seremos parte de la corte de entretenimiento de los príncipes. Dicen que nos instalarán junto a las mujeres del edén. No tenemos nada más que hacer que lucir hermosos y entretener a los príncipes.

-Complacer al príncipe. Fantástico trabajo.

-Te advertí que todas esas clases que el maestro de los príncipes te daba por su cuenta no te servirían para nada.  Además, las mujeres del edén no nos están vetadas. A mi eso no me interesa, pero a ti si, ¿no?

Boun se encogió de hombros.  A pesar de que Saint siempre le había hablado de su preferencia por los hombres a Boun le costaba decirle que ambos géneros le atraían pero que su interés por aprender cosas vetadas habitualmente a su clase y cierto miedo al fracaso en la intimidad le había llevado a no tener nunca ninguna relación real, aunque coquetease por puro gusto.

-El príncipe les recibirá personalmente-dijo un miembro de la servidumbre del príncipe.

Boun se frotó la frente. Estaba harto de escuchar las protestas de la princesa.  Por favor, ella iba a casarse y vivir con todo lujo y se quejaba de que el viaje le había mareado, de que la pintura de sus ojos se estaba deteriorando...



Prem tenía que recibir a su futura esposa y a todo el séquito que traía con ella. Obligado a vestir sus mejores galas había prácticamente obligado a su mejor amigo y miembro de la Corte Zee para que le acompañase en ese momento.



Boun estaba deseando sentarse cuando dieron un bastonazo en el suelo y se pusieron firmes para dar su mejor primera impresión al príncipe.

El acompañante de la princesa se adelantó con ella. 

Entonces vio al príncipe. Su corazón se olvidó un latido. Sonrió.

Miró a Saint pero los ojos de su mejor amigo estaban puestos en un apuesto amigo del príncipe, vestido con mucho boato y joyas unos pasos detrás de la pareja que ahora se estaba conociendo.

El príncipe hizo una genuflexión.

-Bienvenida a tu hogar, futura esposa.

Por algún motivo, aquellas palabras le dolieron a Boun como puñaladas.

Complaciendo al Príncipe||BounPrem|| Gay||CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora