02-Octubre-2020.
No necesito de pócimas y maleficios, para llamarme bruja; no son necesarios los aquelarres o hechizos para ser una.
Mi esencia es más sencilla que todas esas parafernalias.
Mis fuerzas vienen del odio, de la envidia, la avaricia y la soberbia. Mis pensamientos cargados de maldad y perversión se enfocan en los que quiero humillar; todas mis acciones, todos mis sentimientos y mi entendimiento; están por y para la oscuridad.
Maldecir y blasfemar son mi pan de cada día. Ver el sufrimiento y la soledad ajena, son un delicioso manjar; pero ser hija de la oscuridad, es mi mayor recompensa.