05—Octubre—2020.
Entró en trance mientras recitaba en una lengua prohibida invocaciones a fuerzas antiguas y oscuras; proclamaba sus presencias con vehemencia y devoción. Lo único que sabía hacer bien en su vida era todo lo relacionado a la magia negra, la invocación de espíritus y lectura de la vida y la muerte mediante la necromancia.
Así que aferrado a sus blasfemos y depravados conocimientos; aquel hombre, intentó traer a la vida a su amada.
Hundió sus manos en las vísceras de ella, exigiendo su retorno, al instante en que depositaba un ósculo sangriento en sus putridos labios.
—Regresa, por favor —suplicó.